Resumo de Capítulo 151 – Capítulo essencial de ¡Por favor, sé mi pareja! por Internet
O capítulo Capítulo 151 é um dos momentos mais intensos da obra ¡Por favor, sé mi pareja!, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Hombre lobo, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Punto de vista de Riven
“¿Qué vamos a hacer, Zaden?”.
Me acercó a él, y me hundí en sus brazos mientras me derretía contra su cuerpo.
“Haremos lo que sea que consideres necesario”, susurró. ¿Había vuelto a escuchar una pizca de miedo en su voz?
“¡Madre mía! ¡¿Creíste que pensaría en abortar?!”, pregunté horrorizada.
Al principio, me miró con inseguridad y luego asintió con timidez. ¿Cómo pudo pensar que yo podía ser tan egoísta?
“Me considero bendecida de tal vez estar esperando un hijo tuyo. Es solo que tengo miedo de pelear mientras estoy embarazada y que, de haber un bebé en mi vientre, ya haya habido un atentado contra su vida. Criar un bebé a tu lado sería un regalo, no una carga”.
Me abrazó más fuerte y volvió a sonreír. “Si estás embarazada, entonces pelearemos con todas nuestras fuerzas para protegernos entre nosotros y a nuestro cachorro. Nada cambiará al respecto, solo que ahora tenemos una razón más para luchar y ganar”.
Asentí y regresé al baño para recoger la prueba de embarazo. Tuve cuidado de mantener mi mano sobre las pequeñas ventanas en el plástico para no ver el resultado todavía. Zaden y yo lo veríamos juntos.
“¿Estás listo?”, pregunté. Me reí al ver cómo asintió a toda velocidad. “Vale. 1… 2… 3”.
El resultado estaba muy claro. Vimos una línea rosa recta en la ventana y un signo de más del mismo color al lado. “Positivo”, dije.
No podía creerlo. Un bebé… Iba a tener un bebé… no, iba a tener un bebé con Zaden.
“Vamos a ser padres”, repetí porque parecía que no me había escuchado la primera vez.
Me dio un beso que me hizo reír a carcajadas. Él estaba feliz. En medio del caos y del peligro, estaba feliz de tener un bebé conmigo.
“Este pasará a la historia como el mejor día de mi vida. Conseguí una esposa y un hijo en el mismo día”.
Me encantaba que estuviera tan feliz. Además, tenía razón, enfrentaríamos nuestros problemas juntos. Esta noticia me hizo sentir más decidida a derrotar a mi abuela.
“Supongo que deberíamos decírselo a nuestros amigos”, añadí en voz baja.
Sacudió la cabeza y me hizo retroceder hasta que choqué contra la pared. Colocó sus manos a ambos lados de mi cara y me dio un beso cálido mientras sus palmas comenzaban a deslizarse por mi cuerpo.
“Claro que no. Tranquilízate o te haré tomar una ducha helada”. Me reí mientras luchaba contra el deseo de ceder ante él.
Sentí mis mejillas calientes mientras salíamos para reunirnos con nuestros amigos en la habitación.
“Voy a ser papá”, anunció Zaden en voz baja, dando un golpe con el puño en el aire. Me reí de su reacción porque esta era la primera vez que se expresaba así frente a todos.
Miré a mis amigos.
“No puedo creer que mi pequeña y sensual híbrida vaya a tener un bebé”, dijo Liam, provocando a Zaden al ponerme otro apodo. Mi compañero lo miró. “Estoy demasiado feliz en este momento como para patearte el trasero, así que lo dejaré pasar”.
Nuestra alegría invadió todo el lugar a la misma vez que compartíamos abrazos y los demás nos felicitaban.
“Ahora que estamos seguros, quiero hablar con Madeline”, les dije a mis amigos.
Liam fue el primero en protestar. “Riven, acabas de enterarte de que estás embarazada, y ahora quieres enfrentarte a la criatura que desea almorzarte a ti y al bebé en tu vientre. Dime, ¿estás loca?”. Sonreí ante su elección de palabras.
“Nunca dije que lo haría sola”.
…
“Creo que deberíamos entrenar un poco antes de la boda”, sugirió Zaden a la multitud que acababa de entrar en la sala de videovigilancia. Varias voces de acuerdo resonaron en la habitación. “Riven no se siente bien hoy, así que creo que será mejor que me quedé con ella para que pueda tomar una siesta”.
Jameson asintió y respondió: “Esperaba poder entrenar de nuevo contigo, viejo amigo. ¿Estás seguro de que Riven no puede hacer el esfuerzo de ir?”.
“Podéis ir, me quedaré tomando una siesta en el sofá. Cerraré con seguro por si algo sucede”, comenté.
“Solo asegúrate de volver a tiempo”, añadí para Zaden por medio de la conexión mental.
“¿Estás segura? No me molestaría quedarme contigo”, agregó para que sonara más real.
Sonreí y lo besé en la mejilla. “Ve y diviértete, estaré aquí cuando regreses”.
“¡Salió de la nada! ¡Mató a Jameson y se llevó a Zaden!”, gritó.
Mis piernas cedieron y me desplomé sobre el suelo. Unas lágrimas calientes cayeron por mis mejillas y perdí el control de mi magia sobre Madeline. Vi como cuatro guerreros la sujetaban y la ataban a una silla.
“¡Tú!”, grité, señalando a la pelirroja de pecas frente a mí. Me acerqué y soltó un quejido, lo que me hizo enojar más. No podía sentir más que furia en este momento. Arrojé mi poder contra ella y un fuerte golpe resonó en su rostro. Una herida roja apareció en su piel mientras gritaba de dolor.
“¡¿Ella te envió?!”. Negó con la cabeza.
“¡¿Y por qué me atacaste?!”, grité de nuevo.
Balbuceó como una id*ota y comencé a perder la paciencia. No tenía tiempo para esto, necesitaba ir a buscar a Zaden antes de que esa m*ldita b*starda lo matara.
Estaba a punto de golpearla de nuevo, pero comenzó a hablar con más sentido. “No trabajo para ella. Me sentí atraída por ti y tu bebé, y comencé a sentir hambre. No pude evitarlo”.
La golpeé por última vez y la dejé inconsciente. No podía matarla porque era parte de su naturaleza y no podía castigarla por algo así. Además, necesitaba guardar mi ira para la verdadera pelea.
¡Madre mía! ¡Imara!
“¿Dónde está Imara?”, pregunté.
El Beta de Jameson dio un paso adelante y respondió: “Está fuera con su compañero, Luna”.
Sentí el corazón destrozado por ella. Corrí al exterior con Caleb detrás de mí. Podía escuchar sus gritos de agonía a lo lejos mientras bajaba las escaleras. Cuando por fin llegué con ella, no pude controlar mis lágrimas.
“Lo lamento, Imara”, dije mientras me arrodillaba a su lado.
No dijo nada y tan solo siguió llorando. Tomé su mano que sostenía la de Jameson y sentí una chispa de energía en su cuerpo inmóvil. Me di cuenta de que estaba muy débil, pero seguía vivo, al menos por ahora. Podía salvarlo como lo había hecho con Caleb.
Invoqué mi poder, lo introduje en él y traté de alcanzar el último hilo de energía que quedaba en su interior. No me había equivocado, esta vez fue mucho más fácil. De pronto, escuché los latidos de su corazón volviendo a su ritmo normal poco a poco.
Imara y los demás observaron sorprendidos. Le di las gracias a la Diosa de la Luna de que había podido salvarlo a tiempo. No obstante, ahora era el momento de salvar a mi compañero antes de que fuera demasiado tarde.
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