¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 152

Punto de vista de Riven

Observé cómo la tristeza en los ojos de Imara se convertía en una expresión de ira que yo conocía muy bien. Era la misma mirada que yo había puesto cuando habían asesinado a Wendy. Sin previo aviso, los hombres y mujeres reunidos a nuestro alrededor se arrodillaron todos al mismo tiempo con las cabezas inclinadas y con los puños derechos sobre sus corazones. Imara también se colocó en la misma posición justo a mi lado.

“¿Qué sucede?”, susurré.

Ella respondió en voz baja con la cabeza todavía gacha: “Te reconocemos de manera oficial como nuestra verdadera líder”.

Le extendí mi mano para ayudarla a ponerse de pie y dirigí mi atención al resto del grupo. “No encuentro las palabras para expresar lo honrada que me siento de que me reconozcáis como vuestra líder y me siento mucho más honrada de haberme ganado vuestro respeto. Casi perdemos a un hombre valiente hoy y tal vez perdamos a otro, así que tenemos menos de una hora para prepararnos. Llevaremos a Jameson adentro para que descanse y luego planearemos una estrategia porque muy pronto iremos a la batalla”.

Cuando me di la vuelta, vi a Caleb, Lorcan y a los demás detrás de mí. Caleb y Cole levantaron una mano cada uno y las sostuve ambas. Necesitaba su fuerza para mantenerme en pie porque sentía que todo mi mundo se había detenido de repente. Lorcan parecía asustado por su hermano y Cole parecía estar más preocupado de que yo pudiera tener una crisis nerviosa.

“Lorcan, sé que debes cuidar a Emma, así que no tienes que venir con nosotros si no quieres. Ni siquiera sé por cuánto tiempo nos iremos”, le dije.

Hizo un comentario mientras se alejaba, me parecía que había dicho algo sobre que era una exagerada. Los demás se negaron a dejarme sola. Sabían que era lo que Zaden hubiera querido que hicieran.

“Vamos a empacar”, dije. Cole asintió y envolvió mi brazo alrededor del suyo en un gesto protector.

En mi habitación, Mickey y Ava se sentaron en la cama mientras empacaba una maleta con mis cosas y otra con las de Zaden. Iba a encontrarlo y traerlo de vuelta a casa con vida.

“Debemos permanecer unidos hasta que todo esto termine”. Todos asintieron.

“Gracias por hacerme compañía. Siento que podría perder el control en cualquier momento”, comenté.

Todos me sujetaron y tiraron de mí en un abrazo grupal. Lo necesitaba, por lo que les devolví el abrazo. “Para eso está la familia”. Permití que mis lágrimas cayeran de mis ojos.

“Tenemos que rescatarlo, ya ni siquiera puedo sentirlo. ¿Por qué no puedo sentirlo?”.

Caleb se quedó en silencio.

“No puedes sentirlo por un hechizo que rompe la conexión entre compañeros de manera temporal, incluso si ya se han marcado entre sí. Planea usar a tu compañero en tu contra”, respondió Sámara.

“Lo recuperaremos, Riven. Lo traeremos de vuelta con vida. Zaden es y siempre será un guerrero de corazón y sé que no se detendrá ante nada para regresar contigo”. Caleb hizo una pausa para respirar y añadió con un susurro: “Además, tiene otro motivo para luchar además de su amor por ti. Sé que vuestro cachorro le dará más determinación para mantenerse con vida”.

En el fondo de mi corazón, sabía que tenía razón. Zaden no se detendría ante nada para volver a salvo conmigo y con nuestro bebé, pero lo que más me dolía era el daño que Delisia podría hacerle mientras llegábamos a ese lugar. Incluso me sentía más preocupada porque ya no podía sentirlo.

Luego nos dirigimos al salón. Los guerreros ya estaban listos con sus pertenencias empacadas. Eduardo y Lillian estaban con ellos.

“¿Estáis seguros de que queréis arriesgar vuestra libertad?”, les pregunté a Samara y Eduardo.

“Estuvimos encerrados en ese lugar por demasiado tiempo, ya es hora de darle una paliza a esa vieja bruja”, respondió Eduardo.

Lo analicé a la distancia.

“¿Dijiste que está de nuestro lado?”.

Caleb asintió y me indicó que subiera al avión.

“Intentó ir en contra de Delisia y sus leyes, pero esa bruja lo atacó y le quitó la capacidad de hablar. Después, encontró a su compañera cuando estaba en su peor momento y ella lo ayudó, pero no pudo recuperar el habla”, me explicó.

Sentí lástima por él a pesar de que parecía estar bien.

Cuando no sabía de mi abuela, mi vida transcurría como si nunca hubiera existido en primer lugar. No obstante, ahora que sabía de su existencia, parecía que les había hecho demasiado daño a muchas personas. Me preguntaba cómo era la vida de las brujas de su aquelarre. ¿La seguían por su propia voluntad?

“No puedo esperar para ponerle mis manos encima”.

Nos sentamos en los asientos de la parte delantera. El interior estaba organizado como si fuera un bar privado. Las sillas eran grandes y cómodas, y estaban colocadas en pares a ambos lados de unas mesas redondas a lo largo de la cabina. Nos recibió una mujer de mediana edad que supuse que era la azafata. Caleb pidió un brandi y luego la mujer amable se abrió paso entre la multitud de pasajeros.

“Por favor, abrochaos los cinturones de seguridad y preparaos para el despegue”,

“Zaden, si puedes escucharme, estoy en camino para recuperarte. Por favor, espérame a mí y a nuestro cachorro”. Envié un mensaje mental al aire. Solo me quedaba esperar que pudiera escucharme, aunque ya no podía sentirlo. Era lo único a lo que podía aferrarme.