¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 167

Resumo de Capítulo 167: ¡Por favor, sé mi pareja!

Resumo de Capítulo 167 – Uma virada em ¡Por favor, sé mi pareja! de Internet

Capítulo 167 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de ¡Por favor, sé mi pareja!, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Hombre lobo, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.

Punto de vista de Zaden

Suspiré e incliné la cabeza hacia adelante. Riven no merecía esto ni tampoco ninguno de nosotros. Había quedado en ridículo, pero lo volvería a hacer si nuestro plan no hubiera fracasado incluso antes de ponerlo en acción.

Cada día, ella caía más profundo en la oscuridad. Pronto, terminaría matándome a mí también.

“Es tu decisión, hermano. Te dejaremos a solas para que puedas pensar, pero, decidas lo que decidas, estaremos contigo”, dijo Lorcan y todos salieron antes de cerrar la puerta.

Estábamos fuera de la celda. Creía que mi Riven había sido quien había hecho que la nueva ella nos liberara.

No sabía por cuánto tiempo podría aferrarme a este pensamiento, pero me alegraba de que ella también estuviera luchando.

“¡Diosa de la Luna, por favor! Ayúdame a salvarla”.

Debía haber algo que pudiera hacer.

Sin embargo, no podía pensar en nada. Culpaba al estrés por haberme hecho tan vulnerable. Ella sonó muy débil la noche anterior en mi sueño, lo que hizo que mi corazón me doliera y que Henrar gimiera de tristeza.

Ella estaba sola ahí dentro.

¿Qué podía hacer?

Había comenzado a planear muchas cosas para nosotros dos desde que me aceptó y me confesó su amor. Me habría encantado verla despertar cada mañana a mi lado. Habríamos ido a cualquier parte del mundo para escapar de todo el drama por un tiempo y veríamos a dónde llegaría nuestra relación. En este momento, estaríamos preparando la habitación para nuestro cachorro y eligiendo su nombre.

Estaba preocupado y tenía miedo de que ella no pudiera liberarse porque ahora estaba lidiando con la mismísima oscuridad.

¿Y nuestro futuro juntos?

¡Un segundo!

“Nuestro futuro… Nosotros… No está sola, estamos juntos en esto. Solo debo recordarle que estoy con ella. Necesito verla y hacerle ver que no está peleando sola”.

Me apresuré a comunicarme con todos por medio de la conexión mental y les dije que vinieran a verme.

“¿Todos están aquí?”, pregunté.

“Deja de hacer preguntas tontas y dinos por qué nos pediste que viniéramos”, ordenó Eduardo.

“¿Cuál es tu problema?”, le preguntó Lorcan.

“Estaba viendo la televisión y me interrumpisteis”, murmuró el vampiro.

“¡J*der! Nosotros estamos aquí, pensando en una solución y tú estás perdiendo el tiempo con la televisión”. Liam gruñó.

“No me sermonees. No es mi culpa que las chicas que salen en esos programas de modelaje sean tan sensuales. Soy un hombre y necesito entretenerme. Sobre todo cuando la persona que me interesa no está dispuesta a hacerlo por mí. Lillian, cariño, lo siento, pero te prometo que no pensé nada sucio sobre esas modelos. Mis pensamientos sucios están reservados solo para ti, mi amor”. Comenzó a coquetear con ella.

“¡Cierra la boca! Vinimos para discutir algo importante, no para escuchar tus fantasías lujuriosas”, respondió Lillian.

“Vamos, mi amor. Solo estoy tratando de aligerar el ambiente”. Eduardo hizo un puchero.

“Eduardo, por favor, deja de molestarla”. Samara interrumpió.

“¡¡Vale!! Qué aburridos sois”, dijo entre quejas.

Me aclaré la garganta. “Si ya terminasteis, ¿me dais vuestro permiso para comenzar?”.

“Claro, querido. No me prestes atención”, respondió el vampiro.

Lo miré con los ojos en blanco

“Bien, estaba pensando en que Riven usó la conexión entre nuestras almas para conectarse conmigo anoche, pero está luchando sola ahí dentro y me temo que, si en algún momento se cansa, podría darse por vencida. Lillian, si de alguna manera pudieras enviar mi espíritu con ella por un poco más de tiempo, tal vez podría hacer que se dé cuenta de que no está sola. Sé que es una idea est*pida, pero podría funcionar”, expliqué.

No obstante, no respondió. Tan solo me miró en silencio.

“¿Por qué me miras así?”.

Suspiró antes de responder derrotada. “Tengo que estar a tu lado para poder enviarte a ese lugar. Además, no estoy segura de si funcionará, pero podemos intentarlo”.

“¿Por qué siento que hay un ‘pero’?”, pregunté.

Respiró hondo y comenzó a hablar. “Zaden, ¿dónde crees que está ahora?”.

“Está atrapada en la parte más oscura de su propia mente”, dije confundido. ¿Por qué me estaba preguntando esto?

“Y no olvides la sangre de quien corre por sus venas”, agregó.

“Lucharé contra ti tanto como pueda, no eres nada sin mí”, respondí a pesar de que mi visión se estaba volviendo borrosa.

“No te necesito para existir”.

“Sí me necesitas, por eso todavía no me has matado”. Pude escuchar su gruñido.

“Ahora, puedes irte al demonio porque necesito dormir”, le dije.

“Quebraré tu espíritu muy pronto, pero no me malentiendas, te mataré si intentas algo de nuevo”. Lo último que pude recordar antes de desmayarme fue la risa escalofriante de la oscuridad.

¡Quería decirle que se fuera a la m*erda!, pero estaba cansada y mi cuerpo se sentía entumecido.

“¡Por favor, Zaden, sálvame!”.

La noche no tardó en llegar de nuevo. Había sido un largo día torturando a los demás y no había visto a mi compañero en ningún momento.

¿Estaba enojado conmigo?

Él por fin entró en la habitación, pero no parecía feliz.

Por supuesto, ¿por qué estaría feliz?

Yo estaba atrapada aquí dentro y había mucho en juego.

Esperaba que decidiera matarme si no lograba salir de este lugar.

Lo vi alejarse de mí y girar hacia el baño sin siquiera mirar en mi dirección. Me recordaba al Zaden que había conocido por primera vez, ese Alfa frío, despiadado y melancólico que no me quería.

¿Se estaba arrepintiendo de todo esto? ¿De nuestro vínculo?

“Así es. Deberías renunciar a él, no le importas. Cuando lo liberé de la celda, se había convertido en un cachorrito obediente. Los latigazos funcionaron muy bien en él”. La voz se burló de mí.

“Incluso si él ya renunció a mí, yo no lo haré”.

“¡Cómo quieras! De todos modos perderás, así que no tiene sentido seguir discutiendo contigo. Aunque sí me gusta verte así, toda débil y lamentable. Ahora, será mejor que te calles porque no quiero que tus quejidos perturben mi sueño”, ordenó con autoridad y cortó la comunicación.

Rogaba que Zaden no se diera por vencido conmigo tan pronto.

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!