¡Por favor, sé mi pareja! romance Capítulo 38

Resumo de Capítulo 38: ¡Por favor, sé mi pareja!

Resumo de Capítulo 38 – ¡Por favor, sé mi pareja! por Internet

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“Acónito, es todo lo que necesito en este momento.”

Esperaba que se pusiera feliz. Después de todo, le encanta verme sufrir. Sin embargo, la expresión en su rostro decía todo lo contrario.

“Riv…” Lo interrumpí antes de que quisiera convencerme de lo contrario.

“Hablo en serio, lo necesito.” Era verdad, lo necesitaba con suma urgencia.

Tan solo quería algo para adormecer el dolor que sentía en este momento. La mayor parte de mi sufrimiento venía de Rhea. Sabía muy bien que lo que quería hacer no era bueno para mi loba, pero ella lo necesitaba. A veces, se necesitaba dolor físico para frenar el dolor emocional.

Para mí, era importante decidir sobre mi propia vida y mi cuerpo, pero también era importante que mi compañero estuviera contento y que nuestra manada estuviera estable.

Sin importar cuánto lo intentara, no podía ser alguien sin emociones y, en este momento, mis sentimientos estaban descontrolados.

“La ceremonia será en unos días.”

“No quiero esperar unos días. Estoy segura, lo he querido desde hace un tiempo.”

Se puso de pie y lo seguí.

“Riven, no. No estás pensando con claridad. No haré algo así, no puedo darte eso solo porque se te antoja. Te arrepentirás después y no quiero tener que lidiar con eso.”

“Nadie te está pidiendo que lidies con nada, yo me encargaré de lo que pasé.”

Esta situación dio un giro de manera inesperada. Me estaba enojando y la sensación que había sentido en medio de la pelea en el bosque se quería apoderar de mi cuerpo de nuevo.

“¿No quieres tener que lidiar con eso? Soy tu compañera. No puedes tan solo ignorar lo que me pase. ¡Si no querías lidiar conmigo, no debiste haberme traído a este lugar! Debiste haberme dejado en el bosque para que pudiera vivir un año más en paz. En lugar de eso, ¿qué hiciste? Ah, sí, querías jugar al gato y al ratón conmigo. Me manipulaste hasta que estaba tan mal de la cabeza que no pude rechazarte.”

Hice una pausa por un momento y lo miré. Sus ojos marrones se habían oscurecido mucho y sabía que algo se había encendido en él.

“Escucha, compañera. Esperé mucho tiempo para encontrar a la mujer que la Diosa de la Luna eligió para mí. Cuando te vi caer de entre los árboles, pensé que tal vez había valido la pena esperar. Quizás había sido bendecido con una mujer fuerte e inteligente, pero, en cambio, te tengo a ti. No eres más que una adolescente malcriada que hace pucheros y grita cuando no obtiene lo que quiere. Actuaste como una tonta esta noche y, si crees que voy a recompensar ese tipo de comportamiento, estás muy equivocada, niña. Hazme un favor a mí y a mi manada y crece de una vez para que seas la Luna que queremos. No te pido nada más ni nada menos.”

Me empujó y salió de la habitación. Era obvio que habíamos vuelto al principio de nuestra relación y, como la ceremonia sería dentro de unos días, sería difícil recuperar todo el tiempo perdido.

“Tenemos visitas.”

Todos se quedaron de pie por un momento, parpadeando. De pronto, corrieron hacia mí. Me reí, me arrodillé y les abrí los brazos. Todos se acercaron, balbucearon, tiraron de mí y me tocaron. Sus voces agudas eran como música para mis oídos.

Caminé por todo el lugar, jugando con cada cachorro, mirando sus dibujos y elogiándolos. Luego pinté junto a ellos a pesar de que no era buena. Después, todos los niños me pidieron que les leyera un cuento. Solo que no estaban satisfechos con uno, empujaron libro tras libro a mis manos. Yo tan solo me reí y comencé a leerlos. Se turnaban para sentarse en mi regazo y lloraban cuando tenían que bajar para dejar que otro se sentara.

Emma también vino y nos quedamos hasta que el último de los niños se fue con sus padres.

Cuando ya no había nadie, nos despedimos de Edna, la mujer que me había recibido, y ambas comenzamos a caminar de regreso a casa.

Me sentía mucho mejor después de haber jugado con los cachorros. No obstante, comencé a ponerme nerviosa al pensar en que tendría que ver a mi compañero de nuevo y estaba segura de que Emma lo había notado.

“Entonces…”

Comenzó a hablar y supe al instante que tipo de preguntas me esperaban.

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