Resumo do capítulo Capítulo 57 do livro ¡Por favor, sé mi pareja! de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 57, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance ¡Por favor, sé mi pareja!. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Hombre lobo continua a emocionar e surpreender a cada página.
POV de Riven
Me quedé sorprendida cuando sentía a alguien abrazarme. No alguien, sino Emma, mi primera amiga. No era mi pareja, pero sí era la única persona que realmente se preocupaba por mí.
"No tienes ni idea de lo angustiada que estaba. No me dejaron verte. Quiero decir, me dieron permiso para venir, pero me pidieron que te observara de lejos", balbuceó Emma. "No pude trabajar, ni dormir, ni comer".
Con una risa, me solté de mi amiga.
"Estoy bien, pero me halaga que te hayas preocupado".
Ella me dio un golpe en la cabeza.
"Tienes suerte de estar bien, podrías haber muerto. Habría pasado si no hubieran noqueado al Alfa".
Me quedé congelada. '¿Qué está queriendo decir? Es cierto que Zaden es difícil de manejar. Pero ¿por qué tendrían que noquearlo?', pensé frenéticamente. No lo entendía, así que le pregunté por lo sucedido.
"Su lobo lo domimó por completo. No dejaba que nadie te tocara, incluso mordió a uno de los lobos más jóvenes y le rugía al doctor. Tuvieron que dispararle bajas dosis de acónito para noquearlo. Habría sido lindo si no te hubieras estado desangrando".
Era difícil creer ese comportamiento por parte de Zaden, quien siempre era tan tranquilo y sereno.
Las dos hablamos por un largo rato. Vino la enfermera y me realizó un chequeo final para asegurarse de que me encontraba bien. Luego, me dieron de alta.
Emma agarró mi mano y me condujo hacia los aposentos del Alfa. Varios guardias me escoltaron por detrás y por adelante. Le había dicho a Zaden que era demasiada seguridad, pero él se negó a escucharme, así que dejé de insistirle.
Sí, habíamos decidido mantener los guardias hasta después de la ceremonia de la Luna. Supuse que ahora se mostraría más inflexible con respecto a ese tema.
Cuando llegamos a nuestra habitación, a la mía con Zaden, me di una larga ducha para eliminar el olor a desinfectante de mi cuerpo. Luego, me cambié de ropa y salí para encontrarme con Emma en el sofá. Tenía una revista en una mano y un vaso de jugo en la otra.
Esta chica estaba loca por las revistas de moda.
Emma dejó su vaso vacío sobre la mesa. "Deberíamos salir y tener un día de chicas. Arreglarnos las uñas y el cabello, darnos un masaje...".
Ya había oscurecido cuando Zaden terminó con su reunión y el papeleo. Despidió a los guardias cuando pasó junto a ellos en el pasillo, y se deslizó silenciosamente dentro de la habitación, pues sabía que su pareja debía estar durmiendo.
Henrar había estado arañando su mente y molestándole durante todas sus reuniones por dejar a Riven de lado.
Se quedó desconcertado cuando vio a la pareja de su hermano recostada sobre su propia pareja en el sofá. De inmediato, se conectó mentalmente con su Beta.
Lorcan llegó unos minutos después.
Zaden señaló a Emma y le indicó en silencio que se la llevara.
Luego, tomó a su pareja en sus brazos y la llevó al dormitorio. Una sonrisa se formó en sus labios cuando los brazos de Riven se envolvieron alrededor de su cuello. Sin embargo, esta desapareció inmediatamente.
No, no podía involucrarse sentimentalmente. Ella solo estaba ahí para mantener a la manada unida y darle un heredero. Todo se complicaría demasiado si dejaba que su corazón se viera afectado. Ambos se distraerían de lo que debían hacer, y él no podía permitirlo. Su manada era su principal prioridad, y eso no cambiaría. Zaden acostó gentilmente a Riven en la cama y la arropó debajo de las sábanas. Estaba a punto de presionar un beso en su frente, pero se detuvo. Luego, decidió saltarse la ducha y se preparó para acostarse. Podría ducharse por la mañana, cuando ya no estuviera en peligro de desmayarse por culpa del agotamiento. Una vez que se metió a la cama, atrajo a su pareja hacia su pecho. Solo lo hacía para calmar a su lobo, nada más. No lo hacía porque quisiera ni porque estuviera preocupado. Era su lobo quien tenía esos sentimientos. Sí, eso era todo.
Finalmente, ambos se quedaron dormidos.
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