POV NOEL
—Valentina está durmiendo.
—¿Otra vez?
—Quedó muy agotada por haber jugado tanto con Liam y Adrien ayer.
—Se divirtió mucho.
—Sí
—¿Y tú? ¿Cómo la pasaste?
—Fue el mejor cumpleaños que he podido tener —tomo sus mejillas y lo beso.
—Hay algo importante de lo que quería hablarte.
—Te escucho.
—Estuve hablando con Maximun.
—¿Yaaa…
—Estábamos pensando en qué haríamos con Renn Vi y su hijo
—Mezzla…
—Sí… Mezzla —susurra al mirarme extrañamente.
—¿Qué pasa con ellos?
—Lo que hicieron…, no se puede quedar así, Noel
—Lo sé, eso lo sé, Demetrius… ¿Qué has pensado?
—No lo sé, Noel —exhala pesadamente y yo lo abrazo por detrás.
—Te amo…
—Se supone que lo que debería hacer es acabar con toda esa familia y su organización —explica al tomar mis manos y acariciarlas—, pero… hay un evidente problema.
—¿Cuál?
—Mezzla Vi…
—Demetrius
—Tengo miedo de que Valentina pueda enterarse, algún día, quién es su padre y, cuando me pregunte…, ¿qué le diría? ¿Qué lo… ma té?
—Demetrius —me coloco frente a él y lo miro a sus ojos.
—Amo a Valentina
—No le hagas nada a Mezzla
—¿Qué? —cuestiona extrañado.
—Que… no le hagas nada a Mezzla
—Él quiso terminar con la vida de nuestra hija
—Sí, Demetrius…; sin embargo…
—¿Hay un “sin embargo”, Noel?
—Es su padre —respondo sin pensar; y él se queda viéndome algo incómodo—. No estoy diciendo que tú no lo seas.
—Entiendo… —se separa un poco de mí y va hacia la licorera que tenía en su despacho.
—Demetrius
—Descuida, yo lo entiendo —señala serio—. Sé que no soy su padre biológico.
—Tú eres su único padre para ella, Demetrius…
—¿Sabes qué quiero hacer, Noel?
—¿Qué?
—Quisiera acabar con Mezzla también y ocultarle a Valentina que tuvo otro padre, pero tengo miedo de que la verdad salga a la luz en algún momento. No obstante, creí que tú…
—Que yo… ¿qué?
—Nada, no tiene sentido
—Demetrius, habla. Este tema es serio. Por favor, dime… yo, ¿qué?
—Creí que me apoyarías, Noel…
—Deja esa copa, Demetrius.
Se la quito y él se incomoda por ello, pero no opone resistencia.
—Dime más…
—Creo que debemos terminar aquí…
—Apenas estamos empezando, Demetrius. Quiero escucharte
—Noel, ese hombre las quiso… mata r…, a ti y a nuestra hija.
—Sí, Demetrius
—¿Y aun así lo justificas?
—NO LO ESTOY JUSTIFICANDO, DEMETRIUS HILLS
—Lo estás defendiendo, Noel
—CLARO QUE NO, DEMETRIUS
—No sé qué carajos debo hacer —expresa de pronto, al llevar sus manos a su cabeza y exhalar pesadamente—. No quiero que Valentina me reclame el haber ase sinado a su padre, pero tampoco quiero dejarlo libre, después de todo lo que ha hecho. Y TENGO MUCHO MIEDO DE QUE SI LO DEJO VIVO, LE HAGA ALGO A NUESTRA HIJA O A TI —confiesa muy preocupado; y eso me parece extraño.
—Demetrius, mírame…
—Es la primera vez que no sé qué hacer… —señala molesto y yo vuelvo a tomar sus mejillas.
Lo beso y junto su frente a la mía.
—Mezzla solo… no será amenaza…
—Noel…
—No lo hagas… —me mira serio.
—¿Por qué me miras así?
—Nada
—Demetrius, por favor, somos… pareja, ¿no es así?
—Sí, lo somos
—Entonces no podemos estar así, Dime lo que me tengas que decir.
—Noel…
—Demetrius, por favor.
—Parece que te preocupas por él…
—¿Qué?
—No sé qué es lo que estoy diciendo, lo siento, perdóname.
—Está bien, te disculparé, pero quiero dejar algo muy claro, Demetrius.
—Noel
—El único hombre que amo lo tengo frente a mí y… tiene unos maravillosos ojos grises, en los cuales me gusta perderme. Te amo, Demetrius Hills. Si te pido que no le hagas nada a Mezzla es solo por Valentina y si él intenta hacer algo más, lo que sea, a cualquiera d elso tres, entonces no me opondré a que acabes con él. Si deseas, yo mismo lo puedo hacer
—Noel, no
—Sí, Demetrius. Porque nadie toca a mi familia. Valentina y tú lo son.
—Perdóname por haber dicho que…
—No te preocupes, te perdono. Sé que a veces eres un poco tonto —preciso divertida; y él sonríe.
—Entonces no… le haremos nada a Mezzla
—No…, pero solo es por Valentina…, no por mí —aclaro tajante.
—Discúlpame.
Me da un beso en la frente, me abraza y yo descaso tranquila entre sus brazos.
—La cena ya está lista.
—¿La has preparado tú?
—¿Quién más?
—Ahora entiendo por qué la cocinera tiene miedo de perder su empleo
—Espero que sea realmente importante.
—Este sobre fue encontrado en la entrada de la casa.
—¿Quién lo trajo? ¿Lo atraparon?
—Sí, señor, pero el hombre dice no saber nada.
—Que no lo suelten.
—Sí, señor.
—No tiene correspondencia
—Por eso lo interrumpí, señor.
—Entiendo.
—¿Irá a visitar al hombre, señor?
—Primero regresaré a ver a mi esposa y mi hija. Estoy seguro de que este sobre no trae nada bueno y que me tomará mucho tiempo. No pienso dejarlas esperando.
Guardo el sobre y regreso con Noel y Valentina, Lo abriría después, a solas y con ellas ya durmiendo para pensar en lo que sea que debía hacer, ante cualquier noticia o amenaza que hubiese en aquel.
Llego con Noel y tomo a Valentina. Terminamos de cenar y juntos vamos a jugar con nuestra hija, le leemos un cuento, la bañamos y la llevamos a acostar.
—Descansa…
—Descansa tú también.
—Hasta mañana
—Hasta mañana, mi hombre de ojos grises
Sonrío, nos besamos, ella entra a su habitación y yo voy a mi despacho.
Me siento, saco el sobre y lo empiezo a abrir.
—Nada bueno debe haber aquí
Termino de abrir el sobre y veo que hay fotos, así como un papel. Saco este, me pongo mis lentes y lo leo…
“Solo hay un hombre en su corazón y siempre he sido yo. Noel es mía y la niña es mi hija, Ya es tiempo de devolvérmelas. El plazo ya se venció, Demetrius Hills”.
Termino de leer el maldi to papel y no hago más que arrugarlo y golpear mi escritorio con mis puños. Tiro la lámpara que estaba ahí, producto de la furia, al ver qué Mezzla Vi se estaba atreviendo a jugar conmigo. Jamás nadie ninguno de mis enemigos había hecho tal cosa y venía a hacerlo un estúpido hombre que se suele esconder bajo las faldas de su padre.
—La pagará —prometo furioso y vuelvo a tomar el sobre mientras acomodo mis cabellos.
Saco lo último que quedaba en él, las fotos, y las empiezo a observar con molestia. Cuando veo la primera, todo se detiene, no… no podía creer lo que estaba viendo.
—Esto… esto no es verdad. No pueden, no pueden ser reales —articulo al tiempo en que siento mi sangre hervir mientras observo a la imagen de Noel impresa en cada una de las fotos y, en todas ellas, estaba junto a Mezzla Vi.
—Qué es esto
Continúo observando las fotografías estupefacto, sin poder creer que sea cierto; no obstante, recuerdo algo.
—Ese día…
Susurro y empiezo a acordarme del día en el que ella salió y pidió no ser seguida por la seguridad. Ese día en el que estaba vestida tal y como salía en la foto y en el que salió sorpresivamente para regresar sin haber comprado algo.
—No son falsas —concluyo incrédulo, decepcionado y… dolido al darme cuenta de que Noel me había engañado.
Aquel día salió a verse con Mezzla Vi, no a comprar. Salió a ver a Mezzla Vi,
—Salió para verlo…, salió para verlo —musito— Salió solo para… verlo. Ella… ella me engañó … puede estar engañándome ahora. ELLA SALIÓ A VERLO
Me vuelvo a levantar de mi asiento y golpear la mesa.
—¡ELLA SALIÓ A VERLO!
Me siento burlado, timado y muy confundido. No sabía qué pensar ni qué hacer. Ella me había engañado y podría estar engañándome en este momento. Tal vez, incluso, todo su amor es fingido, todos se trata de un maldi to engaño. Tal vez, ella y ese idiota tenían algún plan juntos y se han estado viendo a escondidas y…
—¡JODER! —tiro todo lo que veo encima de mi mesa y tiro mi silla— ¡JODER! ¡JODER! ¡JODER!
—Me ha estado engañando —susurro decepcionado por haber sido un completo imbécil que se ha estado dejando cegar por una mujer que, aparentemente, era muy dulce, tierna, comprensiva y muy hermosa—. Me han estado viendo la cara… Noel y Mezzla Vi… me han estado viendo la cara de… ¡IDIOTA! —me insulto y siento enloquecer.
—Mis enemigos me han estado viendo la cara de idiota en mi propia casa. Traje a una mujer a acabar con lo poco que queda de mí. Ella… ella… ella es igual a ellos ¡MIERDA! —grito y, de pronto, siento no poder controlar la ira y decepción que sentía.
No obstante, no podía hacer mucho escándalo. Ella podría venir y sospechar cualquier cosa; y lo último que quería era que supiera que me había enterado de su engaño.
—Amantes…, nunca dejaron de ser amantes —concluyo dolido y voy a tomar un trago de whiskey.
Bebo todo en un solo tiempo y después…
—¡AAAAAAH! —grito colérico al estrellar la copa sobre una vitrina, mientras pienso en la forma tan estúpida en la que había estado dejándome engañar.

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