Una madre soltera para el CEO millonario romance Capítulo 53

POV Noel

Había cruzado el puente y ya llevaba mucho tiempo caminando; sin embargo, sabía que no había avanzado mucho; y no porque no haya podido hacerlo, sino porque… no quería. Seguía caminando, pero a paso muy lento…, demasiado lento.

—No puedo…, no puedo hacer esto, no puedo

Me recuesto sobre un árbol, cierro mis ojos y empiezo a llorar.

—No puedo dejarlo así…, no puedo irme de esta manera. Él me salvó hace un año…, nos salvó —susurro al ver a mi bebé—. Te trajo de nuevo a mi lado…, me devolvió la vida. No puedo dejarlo así ahora. Él también necesita de ayuda y no sé si es la mía, pero, al menos, espero ayudar para que pueda encontrar la manera de salir de ese infierno en el que vive.

Respiro profundamente

—No sé lo que vaya a pasar cuando regrese, pero… estoy segura de que él no sería capaz de hacer algo contra ti. Estoy segura. Demetrius te ama y se supone que lo que importa ahora es el presente. Sé que te prometí empezar de nuevo y créeme que lo haremos, mi amor, pero antes…, antes tenemos que volver. Él ha hecho mucho por nosotras; ahora…, ahora es nuestro turno.

Le doy un beso a mi bebé, miro el camino de regreso y comienzo a caminar por todo aquel. No podía seguir avanzando, tenía que regresar, tenía que ir a verlo. No podía abandonarlo de esta manera.

Después de 30 minutos, llego al puente y lo cruzo. Continúo caminando y llego a los jardines. Ahí, me puedo dar cuenta de que hay todo un alboroto.

—Ya nos están buscando, Valentina —susurro temerosa.

Respiro profundamente varias veces y camino hacia la entrada de la casa. De pronto, las luces se encienden y puedo ver que todos comienzan a desplazarse por los jardines, pero nadie me ve, puesto que había tomado otra entrada de ellos.

—Demetrius —susurro al verlo; y me asusto al ver que estaba gritando—. Esto será difícil…, pero debo salir.

Aferro más fuerte a Valentina contra mi cuerpo y voy hacia la luz. Quedo frente a él, pero este no se da cuenta de mi presencia. No obstante, Baker, el mayordomo, sí lo hace. En ese momento, le hace una seña a Demetrius y él…, por fin, logra divisarme.

“Dios…, espero haber hecho lo correcto”, pido en silencio, cuando el miedo se ha apoderado de mí por completo.

Ante ello, producto de mi miedo y nerviosismo, no hago más que arrodillarme y llorar.

POV Demetrius

La veo llorando e, inconscientemente, voy hacia ella para abrazarla.

—Perdóname —pide entre lágrimas, pero yo no pronuncio palabra alguna, sino que, por el contrario, me separo y tomo a Valentina en mis brazos—. Demetrius, por favor, no…

—La llevarán a su habitación —explico serio; y ella asiente.

Entrego a Valentina a mi mayordomo y él se la lleva. Después, tomo un brazo de Noel y la ayudo a levantarse.

—Perdón…

—Vamos a mi despacho. Los demás, VUELVAN A SU LUGARES Y, AHORA SÍ, HAGAN BIEN SU TRABAJO.

—Perdón, señor

—Mañana hablaré con usted, Therson.

—Sí, señor.

—Vamos…

—Demetrius, yo…

—Hablaremos en el despacho, señorita Varksov.

—No

—Noel, en el despacho. Ahora no. Hace frío aquí y necesitas tomar algo para que te tranquilices.

—No, debo decirte algo

—Será en el despacho, Noel —articulo mucho más serio—. Ahora, no

—Demetrius

—AHORA NO, VARKSOV

—Perdóname, Demetrius —pide al mirarme a los ojos—. Perdóname

—¿Por qué?

—Estaba asustada Demetrius.

—¿Asustada?

—Mezzla

—¿ÉL ES LA RAZÓN? ¿Por él huiste, Noel?

—No, Demetrius

—¿Segura? ¿O estás mintiendo otra vez?

—No miento, Demetrius

—¿Nunca?

—¿Por qué me hablas de esa manera?

—¿De qué manera? ¿Molesto?

—Como si no creyeras en mí.

—Es porque no te creo, Noel —respondo sincero; y ella se entristece mucho más.

—Nunca te he mentido

—¿En serio? ¿Nunca? ¿Y qué hay cuando, hace unos meses, te pregunté si habías vuelto a ver a Mezzla?

—¿Qué?

—Dijiste que no. Dijiste que, desde que huiste de su lado, no lo habías vuelto a ver, Noel —tomo su otro brazo—. ¿Y QUIERES SABER QUÉ?

—Demetrius —susurra asustada mientras yo no hago más que mirarla fijamente a esos increíbles ojos azules que tenía.

—¡¿QUIERES SABER QUÉ?!

—Demetrius

—¡ME MENTISTE! ¡ME MENTISTE, NOEL! PORQUE SÍ LO HABÍAS VISTO. ¡LO VISTE A SOLAS EN UN RESTAURANTE!

—¿Qué?

—¿En serio creíste que jamás me enteraría de algo como eso?

—Demetrius…, eso…, eso tiene una explicación

—¿Por qué me mentiste, Noel?

—Porque ya no quería más, Demetrius

—¿De qué estás hablando?

—Ya no quería más a mi pasado interviniendo en mi presente y, mucho menos, en mi futuro

—¿Tratas de jugar conmigo?

—No, claro que no. Si no te conté lo de Mezzla era porque ya no lo creí necesario

—¿Cómo podría no ser necesario? ¿ACASO ME QUIERES SEGUIR VIENDO LA CARA DE ESTÚ PIDO, NOEL?

—JAMÁS HARÍA ESO, DEMETRIUS

—Te creí una vez o dos, pero ya no una tercera, Noel Varksov. No pienso creer ningún cuento que desees inventar cuando es evidente lo que sucede.

—¿Evidente?

—Siguen siendo amantes, ¿no es así?

—¿Qué es lo que has dicho?

—Él y tú… siguen siendo amantes, ¿no es así?

—¿Qué?

—Si no por qué lo veías a escondidas o por qué pretendiste escapar con él y llevarte a nuestra hija.

—No sabes lo que estás diciendo.

—Sí, sí lo sé y ya no seguirás viéndome la cara.

—¿Seguir viéndote la cara? ¿En serio crees que estuve fingiendo todo el maldi to amor que siento por ti? ¿En serio crees que cada beso, cada palabra de amor y cada caricia sobre tu piel fue mentira? ¡¿ESO DICES?! —pregunta furiosa al acercarse a mí hasta el punto de juntar su cuerpo al mío y rozar sus labios a los míos—. ¿EN SERIO LO CREES?

—¿Por qué no habría de hacerlo? Las pruebas están, señoritas Vark…

No termino de pronunciar su nombre, debido a la fuerte bofetada que me había dado..., otra más.

—Te amo, Demetrius. De verdad lo hago —dice con lágrimas en los ojos, al tiempo en que la lluvia se empieza a hacer presente—. Pero ya no seguiré soportando todo esto. Además…, ¿qué hay de ti?

—¿De qué hablas?

—¿QUÉ HAY DE USTED, SEÑOR DEMETRIUS HILLS?

—¿A QUÉ TE REFIERES?

—¿QUÉ HAY DE TU VENGANZA CONTRA MI PADRE?

—¿Qué?

—¿ACASO NO ES ESE EL VERDADERO MOTIVO POR EL QUE VALENTINA Y YO ESTAMOS AQUÍ?

—¿Qué es lo que has dicho?

—¿ACASO CREÍSTE QUE JAMÁS ME IBA A ENTERAR, DEMETRIUS? ¡LO SÉ TODO!

—¿Qué? —articulo incrédulo.

—¡LO SÉ TODO! ¡SÉ DE LA MALDI TA VENGANZA QUE QUERÍAS LLEVAR CONTRA MI PADRE! ¡YA SÉ QUE IBAS A USARME A MI HIJA Y A MÍ PARA ESO! ¡¿Y QUIERES SABER QUÉ ES LO PEOR?! ¡QUE SÉ QUE TENÍAS LA INTENCIÓN DE ENTREGAR A VALENTINA A MEZZLA! ¡A MEZZLA, DEMETRIUS!

—Noel…

—¡IBAS A ENTREGAR A NUESTRA HIJA A MEZZLA! —grita furiosa al alejarse de mí.

—Noel… —articulo sorprendido por todo lo que estaba diciendo

—AHORA MÍRAME A LOS OJOS, DEMETRIUS. ¡MÍRAME A LOS OJOS Y DIME QUE JAMÁS HABÍAS PENSADO HACER ESO!

—¿Quién… quién te dijo todo eso?

—¿Sorprendido?

—Noel…

—Me pregunto si esas lágrimas que estas derramando son reales o también forman parte de tu teatro para mantenernos aquí y seguir con tu venganza

—Noel…

—¿Creíste que nunca me enteraría?

—Noel, yo

—¿SABES QUÉ APRENDÍ ESTANDO AL LADO DE MEZZLA, DEMETRIUS? ¡¿SABES QUÉ APRENDÍ DE ÉL Y DE MI PADRE?!

—Noel

—QUE JAMÁS, ¡JAMÁS! JAMÁS DEBERÍA CONFIAR EN DOS PERSONAS COMO ELLOS PORQUE A PESAR DE CUALQUIER TRATO O PALABRA, ELLOS ¡LOS DOS! ¡JAMÁS LO CUMPLIRÁN! ¡Y SI TIENEN LA OPORTUNIDAD DE TRAICIONAR A ALGUIEN, LO HARÁN! ¡ES LO QUE HIZO MEZZLA CONTIGO!

—Noel

—No entiendo cómo es que te atreves reclamarme haberme visto con Mezzla cuando lo que tú pretendías hacer era muchísimo peor. No tiene comparación.

—¿Desde cuándo lo sabes?

—Desde aquel día en el que salí corriendo de la sala, después de que me confesaras que la única mujer que seguías manado y siempre a amarías sería Sophia

—Noel, no

—Salí, corrí y Mezzla se me apreció. ¡YO NO SABÍA QUE ÉL ESTARÍA AHÍ! ¡LO BOTÉ DE LA CASA, PERO NO ME HIZO CASO! ¡Y FUE AHÍ CUANDO ME CONTÓ TODO! ¡TODO, DEMETRIUS! ¡TODO!

—Noel…

—Ibas a entregar a Valentina, Demetrius —señala decepcionada al mirarme y con muchas lágrimas en los ojos—. Ibas a entregar a nuestra hija

—No, claro que no, yo no

—NO TE ACERQUES

—Noel…

—Quiero que me digas algo, Demetrius. ¿Esas lágrimas son reales? ¿Tus lágrimas son reales, Demetrius Hills o, AL IGUAL QUE YO, ¿también estás fingiendo?

—Noel…

—¿Finges, Demetrius?

—Perdóname…, por favor, perdóname

—Fui a ver a Mezzla, aquel día, porque hicimos un trato. A cambio de ir a verlo, él prometió dejarnos en paz a Valentina y a mí. Y aunque sabía que era muy difícil que el cumpliera su palabra, FUI. Fui porque nada perdía intentándolo

CAP 53 1

CAP 53 2

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Una madre soltera para el CEO millonario