Despierto y bostezo. Entonces miro a mi
alrededor y recuerdo todo lo de anoche.
No me arrepiento de haber besado al profesor Diaz, de eso estoy más que
segura.
No se porque, pero simplemente no estoy arrepentida. Incluso podría ir en este momento y besarlo de nuevo.
Sus labios eran tan suaves, carnosos y con un delicioso sabor a cereza.
Muerdo mi labio inferior y tomo un baño rápido. Me seco lo más rápido que pueda el cabello y me coloco la pijama de nuevo.
Enjuago mi boca con un enjuague que encontré encima del lavabo y bajo las escaleras. Entonces me
encuentro al profesor Diaz en bóxers, mis mejillas se sonrojan al verlo,
entonces él se voltea y sonríe.
-Buenos días, bella durmiente-dice, yo simplemente río nerviosa.- ¿te molesta que este así por mi casa?.- pregunta y yo niego, muerdo mi mejilla
interior y me siento en la barra de la cocina.
El señor Diaz me sirve un huevo y dos pedazos de tocino y un pan tostado y me pone el bote con mantequilla de maní al lado.
Entonces veo que él se sirve tres huevos, cuatro tocinos y
dos panes, río por lo bajo.
Entonces comienzo a comer con tranquilidad y podía ver como el señor Diaz a veces me miraba. Mis mejillas se sonrojan y termino de comer un poco después que él.
Lo atrapo mirándome y me sonríe, le devuelvo la sonrisa, entonces él se
levanta, se coloca entre mis piernas y me besa.
Yo le devuelvo el beso, siento su mano acunar mi mejilla y la otra mi seno.
Gimo y paso mi mano por su pecho desnudo. Entonces me separo de él y comienzo a besar desde sus labios,
hasta su cuello. Dejando unos húmedos y tiernos besos, y cuando llego a su
pecho muerdo levemente, él gruñe y me toma de los muslos, enredando mis
piernas en su cintura.
-Déjame verte en ropa interior antes de que te vayas.- Gime y yo suspiro al
sentir su caliente aliento en mi cuello, asiento y de nuevo me lleva escaleras
arriba hasta una nueva habitación más grande y más elegante.
Me recuesta delicadamente en la cama y se deshace
de los bóxers y la camiseta.
Entonces me admira detalladamente, veo como
relame sus labios y su bulto comenzaba a crecer.
Entonces comienza a besar
desde mi vientre hasta mis senos donde, por encima de la tela, muerde mis pezones.
No me evito gemir
-Señor Diaz .- Gimo y él se separa de mi.
- Ignacio.- dice y yo lo miro
directamente.- Dime Ignacio.- Murmura y yo sonrío.
Entonces comienza a besar
mi cuello y a succionar un poco de este. Suspiro y jalo un poco sus rizos, él simplemente gime cada vez que lo hago, suelto un chillido cuando siento
que muerde de mis senos y besa la parte desnuda de mi
cuerpo.
-Lamento no poderte dar más placer, Ignacio .- Susurro y él sonríe.
-No te preocupes, sé que no tienes experiencia en esto, esta bien por mi.- dice y yo sonrío avergonzada.- Pero tienes que prometerme que nadie sabrá de esto- murmura y yo asiento,
entonces le muestro mi meñique y él lo corresponde.
-¿Qué va a pasar después de aquí señor Diaz?- pregunto y él balbucea.
-Lo que quieras, pequeña- murmura y yo sonrío.
Entonces nos seguimos
besando por un rato hasta que escuchamos un teléfono sonar
- deja que suene la contestadora.- Gruñe y yo niego.
Nos separamos y Ignacio
contesta
- No....¿es necesario?....¿justo
ahora?.... Mierda...bien.- Gruñe y cuelga Entonces se coloca encima de mi y vuelve a besarme.- ¿te lastime?-pregunta y yo niego.
Entonces él simplemente acaricia mis senos y besa la parte desnuda de mi
cuerpo.
-¿Qué paso?- pregunto y él niega.
-Tus labios son adictivos, ¿sabias eso?- pregunta y yo río, entonces muerde mis labios, yo suspiro.- Podría besarte todo el día- susurra
acariciando mi rostro, y siento mi corazón acelerarse.
-Creo que ya es hora de que vaya a casa, señ....Ignacio.-susurro y él simplemente me mira por unos cuantos
segundos y después asiente.
Me levanto y veo como camina hacia un closet y se
coloca unos jeans negros y una camisa blanca. Lo miro detenidamente. Sus cabello de oro caía por su rostro y se ve tan jodidamente caliente.
-¿Has terminado tu inspección? ¿Encontraste algo mal?- pregunta y yo
trago saliva, niego.
*Fin Llamada Telefonica*
Le digo al señor Diaz donde necesito ir y él asiente.
Recargo mi cabeza en la ventana y de un segundo para otro siento la mano
del señor Diaz en mi muslo
- No me arrepiento, señor Diaz. Sé que usted si,
pero mi respuesta es no- digo y él ríe.
-No es eso- dice y yo lo miro-y no, yo no me arrepiento tampoco-relamo mis labios.- pero, te quiero decir, que
por favor pienses en todo lo que paso y el lunes me digas si la dejamos hasta aqui, o si quieres seguir- murmura
y yo ladeo mi cabeza, él suspira-si decides dejarla hasta aqui, ambos olvidamos lo que paso y seguimos siendo simplemente maestro y alumna. Si decides seguir, creo poder ayudarte con
tus dudas-susurra y yo trago saliva.
-¿Qué dudas?, pregunto y él para el auto. Se acerca a mi y me besa.
-Hasta el lunes, señorita Welsch .- Dice y veo que ya habíamos llegado a mi
destino.
- Ignacio, ¿qué dudas? - pregunto y él simplemente me ignora.
Me bajo del auto y en cuanto toco el timbre escucho:
-La espero el lunes en mi oficina.- dice Ignacio y simplemente se va.
Entonces la puerta se abre y Liz brinca emocionada.
-Cuéntame todo-exclama, sacudo mi cabeza. Sonrío y niego.
Me introduzco en la casa y me siento en el sillón.
Entonces recuerdo al señor Diaz en bóxers, sus rojizos labios besar mi cuello y sus manos acariciando mis senos.
Mierda, por más que intente no podré arrepentirme.
Entonces Liz abre sus
ojos como platos al verme, sacudo mi cabeza.
-¡Tienes un jodido chupete en el cuello y debajo de tus senos!-- exclama emocionada, abro mis ojos como platos y miro hacia bajo para encontrarme con
un hematoma recién formado, trago saliva-¡ahora si no tienes escape, señorita! Cuéntame todo- chilla y Luke se nos une, sentándose al lado de Liz.
-Huele raro aquí- digo y ellos ríen, frunzo el ceño-no tengo nada que contarte, no hicimos nada-digo y ella alza sus cejas- simplemente no te encontré y me había aburrido así que un chico muy caballeroso se ofreció
a llevarme a mi casa pero le dije que no tenía a donde ir, así que me ofreció su casa. Acepté. Y me dio pena dejarlo sin nada así que nos besamos, el se emocionó un poco y me dejo esos
hematomas-miento y me encojo en hombros.- Pero no paso nada más, ni siquiera le deje quitarme la falda-Liz
bufa. Luke comienza a besar su cuello.- ¿tienes la copia de las llaves que te
di de mi casa?- le pregunto a Liz y ella piensa por unos segundos y asiente.
-Están en mi bolso.

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