-Okay, en serio necesitas parar de
hacerme esto. Se que algo esta pasando contigo-Liz dice y yo ladeo mi cabeza — tienes otro chupetón, Franchesca .
Mierda. Ignacio es tan jodidamente descuidado. Llevo alrededor de una semana con él y cada día deja un chupetón nuevo, pero joder que se siente bien.
—¡Soy tu mejor amiga, mierda! ¿Porqué no me cuentas?— pregunta y hace un puchero, trago saliva.
-Solamente he fajado con un chico,
¿si? Nada más, es sólo faje-me
encojo en hombros y Liz abre su boca
estupefacta.
-¡Has estado fajando con un chico y
nunca me dijiste!- exclama y yo río—
¿quién es? ¿es guapo?- pregunta y yo
sonrío.
-Es el hombre más guapo y sexy que
he conocido jamás- digo y ella chilla
de emoción.
--¿Quién es? ¡Tienes que
presentármelo!- dice y yo río. Mierda.
-No puedo decirte ahora no quiere
que nadie sepa aún— digo y ella hace
un puchero-prometo que en cuanto
pueda te dire- ella rueda los ojos.
-¡Vamos! Somos mejores amigas,
sabes que no le dire a nadie – dice y yo muerdo mi labio inferior.
-Hagamos algo, dame hasta mañana
— digo y ella hace berrinche, río .-
sabes que soy muy leal, y si no quiere
que nadie sepa no puedo decirle a
nadie, ni siquiera a ti- digo y ella hace
un puchero.- por favor, dame hasta
mañana-murmuro y ella bufa.
-Juro que si no me dices mañana voy
a matarte .- dice y yo sonrío,
Entonces suspiro.
-Tengo que irme— me despido y salgo
de casa de Liz, entonces tomo un taxi
y le pido que me lleve a casa de Ignacio.
Toco el timbre y veo como sale, muerdo mi labio inferior y él sonríe.
-¿Qué haces aquí preciosa?- dice
y abre la puerta de enfrente, entro y
corro hasta la entrada, colgándome de
él. Él me besa y coloca sus manos en mi trasero, apretándolo. Él cierra la puerta y sigue besándome.
-Te extrañaba-murmuro y él muerde
mi labio delicadamente. Entonces trata de bajar a mi cuello y lo detengo
— no, ya no puedes besar mi cuello- digo y él frunce el ceño.- ¡Cada día me dejas un nuevo hematoma y Liz me esta matando por saber quien es! - exclamo y él ríe.
—¿Pero que tiene de malo marcar
territorio? - pregunta con una sonrisa
pícara y yo ruedo los ojos
-Es enserio, Ignacio-murmuro
haciendo un puchero.- ¿qué le digo a
Liz?- pregunto y él balbucea.
-Dile que es un chico que conociste en
la fiesta, y que lo has estado viendo-se
encoge en hombros.
-¡Pero quiere nombres! - exclamo y él
hace una mueca.
-Invéntale uno-dice como si nada y
yo bufo, me bajo de él y jalo mi cabello hacia atrás.
-Confío en ella, Ignacio- digo y él traga
saliva- ¿sabes? Sé que si ella sabe lo
nuestro, no le dirá a nadie - susurro y
él ríe.
–Estás loca, Franchesca - dice y yo bufo.
—No es mi culpa, es tuya- digo y él ríe
incrédulo— tu eres el que me ha estado dejando hematomas desde que nos conocimos.- , digo y él relame sus labios.
- Franchesca , vamos bien, ¿si? Me gusta
los riesgos pero no quiero arriesgar
lo nuestro y no quiero arriesgarte a
ti, ¿okay?- dice y yo suspiro-mira,
consigamos a alguien que finja ser yo
– dice y yo río— le pagaré y le dire que te acompañe a ver a Liz y la convences de que él es el que ha hecho todo eso- dice y yo asiento, se acerca a mi y me toma de la cintura— no me gusta que te enojes conmigo, preciosa- susurra con un puchero y yo sonrío. Entonces lo abrazo, .-casi lo olvido, te tengo una sorpresa- dice y yo aplaudo sonriente — ven- me toma de la mano y me jala hasta su habitación, entonces veo una gran ruleta, frunzo el ceño
-¿Qué es eso?-río y él me toma por la
cintura.
-Es la ruleta de relaciones.- Dice y yo
arrugo mi nariz.- Lo giraremos cada
semana y cambiaremos de roles en
nuestra relación.- Dice y yo ladeo mi
cabeza confundida.- Mira.- Entonces
camina hasta la ruleta. Entonces
comienzo a leer.- Está: normal, sólo
sexo, seudomasoquismo, dd/lg, a
distancia, romántica, abierta, como
amigos, dominancia y sumisión; y
bondage.- Dice y yo muerdo mi labio
inferior.- Empezaremos con normal
— dice, gira la ruleta y lo para en
normal, sonríe hacia a mi,.- Entonces el próximo domingo la volveremos a girar y sabremos que tipo de relación nos tocara.- Dice y yo asiento.
—Pero, ¿qué tal si nos toca sólo sexo?
— pregunto y él alza sus cejas- soy
virgen, Ignacio. No podré tener sólo sexo por una semana-digo obvia y él sonríe y me abraza.
-Eso se puede arreglar- susurra en
mi oído y mi piel se eriza. Él comienza a subir mi blusa y yo me separo de él.
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