El Rey Lycan y su Oscura Tentación romance Capítulo 63

ALDRIC

Estoy de acuerdo con Azarot, pero eso significa que deberé pedírselo a alguna bruja del Reino Oscuro, que la mire y la libere.

Tengo muchas dudas, ¿por qué alguien hechizaría así a Valeria? ¿Tendrá que ver con el maldit0 de su expareja, algún complot para dañarla?

Muchos hombres lobos compran maldici0nes y hechizos como el de la esclava sexual, todos salen del bajo mundo, del mercado negro que no importa cuanto me empeñe por bloquear, ellos siguen comprando en secreto esas porquerías dañinas del Reino Oscuro.

— Voy a curarte amor, no importa qué, te voy a quitar esa maldit4 magia contaminada de tu interior, no puedes tener nada que ver con el Reino Oscuro, te quiero fuera del peligro.

Casi la fundo contra mi piel besando su sien, escuchando sus suaves resoplidos, acariciando todo su cuerpo.

No te voy a perder a ti también mi Valeria, esas criaturas de la oscuridad no te van a arrebatar de mi lado.

“¿Cuándo le dirás que somos sus mates?, parece no sentirlo sin su loba y además, que ya no tiene el hechizo de la mariposa Aurum” me pregunta Azarot.

“Hablaré con ella de nuestra unión en cuanto tengamos un momento tranquilo y con respecto al hechizo de esclava, quiero jugar un poco más con mi provocadora loba”

*****

VALERIA

Mis sentidos regresaron recordándome que he pasado la noche más loca y excitante de mi vida, que fui “sacrificada” frente a la Diosa varias veces y en distintas posiciones.

Memorias de mí, cabalgando excitada sobre un duro y enorme miembro lycan hacen que me estremezca aún de placer y a la vez, de vergüenza.

Esto del hechizo de esclava sexual es muy serio.

Aprieto algo suavecito y esponjoso en mis manos.

Estoy de lado sobre una cama abrazada a esa frazada caliente y que huele delicioso en mi nariz que hundo profundamente.

De repente algo mojado olfatea mi cabello, mi cuello y una suave lamida cae sobre mi rostro y mi hombro.

El retumbar de un poderoso corazón se escucha contra mi oído.

¡Espera!, ¿Aldric sigue en su forma de Lycan?

Abro los ojos de golpe para ver pelaje negro mezclado con tonos rojos cobrizos en el pecho de lo que parece un lobo gigantesco al que me aferro.

Me aparto un poco con calma y subo la mirada asombrada para mirar de frente la intimidante cabeza de efectivamente un lobo que me observa profundamente con ojos rubíes como la bestia lycan de Aldric.

Mi pecho se acelera cuando se acerca intimidante a mi cuerpo desnudo sobre la cama del Rey.

Su aura dominante me rodea, pero no es peligro lo que me transmite, aunque sí tengo la sensación de que quiere devorarme.

— Espera lobito – hundo mis manos en sus orejas rojizas cuando se abalanza sobre mí y me retiene contra el colchón que cruje, cubriendo todo mi cuerpo y lamiendo con suavidad la piel de mi pecho.

“No te asustes pequeña, él es Azarot, mi lobo interior y nunca jamás te haría daño Valeria” Aldric habla al fin en mi mente confirmando mis suposiciones.

Nos quedamos observándonos por unos segundos, casi puedo ver los pensamientos en su mente mientras valora si me come hoy o mañana.

Cuando se vuelve a acercar, me tenso, creyendo que seguirá insistiendo, pero solo se acuesta sobre mí, provocando que caiga contra las almohadas, recostada al respaldar.

Sonrío cuando su nariz mojada me hace cosquillas en el cuello, olisqueándome, acariciándome, descansando su cabeza sobre mi clavícula protectoramente y sentimientos raros invaden mi corazón.

Aprieto mis manos sobre su hermoso pelaje negro y cobrizo, abrazándolo contra mi cuerpo y cerrando los ojos mientras los rayos del sol se cuelan por entre las cortinas del alto ventanal.

Digiriendo con un nudo en la garganta, estos crudos sentimientos de amor posesivo que me llegan desde él.

— Azarot – murmuro su nombre y lo siento estremecerse y hundirse más en el hueco de mi cuello.

¿Cuánto tiempo he esperado para sentirme así? Parece que una eternidad.

El lobo de Dorian ni siquiera me miraba, nunca se acercó a mí de esta manera, no hizo jamás por marcarme.

¿Cómo pude ser tan tonta enamorada de alguien que me despreciaba tanto?

“Pequeña, dejaré aquí a Quinn y regresaremos mañana al castillo. Valeria, necesitamos hablar de muchas cosas, ahora llevas mi marca, aunque sea temporal, todo ha cambiado entre nosotros”.

La voz ronca de Aldric llega hasta mi mente y asiento tragando algo nerviosa y temerosa del futuro mientras me aferro a mi lobo buscando su fortaleza.

¿Me odiará cuando sepa que en realidad no tengo a un espíritu de loba que sea su alma gemela?