Resumo do capítulo 080. ATAQUE EN EL BOSQUE do livro El Rey Lycan y su Oscura Tentación de GoodNovel
Descubra os acontecimentos mais importantes de 080. ATAQUE EN EL BOSQUE, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance El Rey Lycan y su Oscura Tentación. Com a escrita envolvente de GoodNovel, esta obra-prima do gênero Hombre-lobo continua a emocionar e surpreender a cada página.
EL REY VAMPIRO
La sangre salpica al suelo y se escuchan los sonidos sofocados intentando hablar, sus ojos me miran llenos de incredulidad.
— Para ser mi General hay que tener unos cojones que tú no tienes, no necesito a ninguna sabandija cobarde y escurridiza a mi lado, muere feliz de haberme servido – lo miro con desprecio y continuo mi camino para ver a esa maldit4 bruja profética.
Me dijo que había una mujer que podía leer los altares, pero jamás me advirtió que era la hija de Gabrielle, la antigua Reina de la cual fui el General y mano derecha.
¿Cómo pudo sobrevivir esa maldit4 bebé después de tanto tiempo?
No la nutrí con la sangre poderosa que dejó su madre antes de inmolarse para cerrar la Puerta Lunar, encerrando al Rey de los Espectros.
Yo mismo clavé el puñal en su pequeño pecho y la lancé por ese profundo precipicio, ¿cuántas vidas tiene ese engendro, qué tipo de magia la protegió de la muerte?
Las descendientes de Juno son un grano en el culo, todas haciéndose las heroínas, queriendo traer la paz entre las criaturas de la noche, ¡no me voy a doblegar a ese pulgoso del Rey Lycan, nadie me quitará mi trono!
¡BAM!
Abro de golpe la puerta del santuario de esa bruja llena de trucos.
— Ahora mismo vas a sacar toda la información que puedas de la doncella del Rey Lycan, localiza a nuestros espías y pásale mis órdenes, si te vuelves a equivocar, ¡arrancaré tu corazón con mis propias manos, vieja desgraciada!
*****
QUINN
Corríamos deprisa por el bosque lleno de bruma oscura.
Celine llevaba sobre su lomo a Valeria, hubiese sido más segura llevarla yo, sin embargo, entiendo las barreras que me pone.
Es obvio que ya entregó su corazón a Aldric, ellos tienen un vínculo especial y yo salgo sobrando.
Además, ahora sospecho de la procedencia de Valeria, aunque no le dije nada para no generar más confusión.
Una vez vi una pintura de la monarca del Reino oscuro que ahora maneja el Rey Vampiro, me quedé impactado por la belleza de esa mujer, nunca la he podido olvidar y Valeria, simplemente me recordó demasiado a ella, a Gabrielle, la Piadosa.
“Quinn, concéntrate, ya estamos llegando y este bosque es muy traicionero, más de noche” las palabras de Celine me sacan de mis pensamientos.
Asiento enfocándome en lo importante.
La niebla se arremolinaba en nuestras patas mientras avanzamos, la luna brillaba entre las retorcidas ramas de los oscuros árboles e incluso con nuestra vista especial es difícil enfocar el camino.
Llegamos a un sitio escarpado, una pequeña colina despejada con un solo árbol en las alturas.
Enterrado en el tronco del árbol había lo que parecía un viejo reloj astronómico.
Valeria descendió del lomo de Celine y yo me mantuve en guardia mirando hacia todos lados del tenebroso bosque.
Nunca me había adentrado tanto de noche, el aire soplaba y aullaba por entre las hojas haciendo que la sangre se helara en el cuerpo.
— Iré a ver que dicen esas inscripciones – Valeria comienza a subir unas desgastadas escaleras de piedra que llevan colina arriba.
Ya la daba por perdida, le gritaba que sacara sus poderes, pero al alzar la cabeza ella se quedó congelada en shock.
Celine actuó más rápido. Un aullido doloroso se escuchó cuando el cuerpo de mi hermana fue alcanzada por el ataque que hirió su loba al empujar con su peso a Valeria.
— ¡Celine! – Valeria le gritó aterrada, arrojada más allá, sobre las piedras en la colina.
Le rugí a ese maldito espectro y me abalancé a luchar contra él, era fuerte, demasiado poderoso y mis garras se hundían en las sombras oscuras de su cuerpo sin herirlo, sin embargo, sus ataques sí me lastimaban.
Comenzó a salir del tronco del árbol del cual parecía ser el guardián de la muerte.
No me iba a quedar a esperar que saliera por completo. Salté lejos de él tomando el cuerpo de Valeria sobre mi hombro.
“¡Estoy bien Quinn puedo correr, no lleves más peso, vamos, vamos!” Celine me rugió cuando hice también por cargarla.
Se levantó como la guerrera que siempre había sido y casi nos tiramos de cabeza colina abajo.
El mundo parecía haberse quedado en negro, no se filtraba ni un haz de luz de la luna y como bien decía esa nana horrible, cuando la Diosa no iluminaba desde el cielo, los espectros, esas criaturas que habitan en los rincones más oscuros, salían a cazar.
Pronto, corriendo en dirección hacia las campanadas, vimos a lo lejos un viejo puente, pero antes de poder cruzarlo, un espectro me impidió el paso.
Temblé de miedo al ver lo otros que salieron de las tinieblas del bosque y a nuestra espalda.
Estábamos rodeados de cinco de ellos y si no podía con uno, ya era obvio que la muerte segura nos esperaba bajo las garras del enemigo jurado de los hijos de la Diosa.
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