Florecer en Cenizas romance Capítulo 286

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—Hay algo que debo contarte... —Fabián se quedó callado un momento, frunció el entrecejo, pero al final decidió hablar claro con Agustín. No iba a dejar pasar esta oportunidad—. Encontraron a la verdadera hija de la familia Barrera, Karla.

El rostro de Agustín se tensó de inmediato. Miró a ambos lados, luego jaló a Fabián hacia la sala.

—¿Roberto ya lo sabe? —preguntó en voz baja.

Fabián negó con la cabeza.

—No se lo he dicho a nadie. Hasta ahora, solo yo lo sé... y ahora tú.

Agustín se quedó pensativo unos segundos, luego asintió despacio.

—La situación de la familia Barrera es mucho más complicada de lo que parece. Antes de resolver lo de Héctor, lo mejor es no revelar la identidad de la verdadera hija.

Agustín tenía sus propios intereses. Temía que, si encontraban a la verdadera hija de los Barrera, Roberto no dudaría en obligarla a casarse, y eso traería otra ronda de problemas...

No quería que todo esto terminara lastimando a Fabiola.

—Aprovecha que nadie más lo sabe y acércate a la heredera. Con esa cara de niño bueno que tienes, hasta mi esposa te voltearía a ver. ¿Cómo es posible que no conquistes a una chica? —Agustín le tiró el reto, con la esperanza de provocarlo para que tomara la iniciativa.

Si Karla llegaba a enamorarse de Fabián, ella misma le pediría a Roberto estar con él. Roberto adoraba a su nieta, y como Fabián no era ningún inútil, seguro terminaría aceptando.

Fabián miró a Agustín con una expresión complicada.

Agustín lo miró con desconfianza.

—¿Y ahora qué? ¿Por qué me miras así...?

Fabián respiró hondo.

—¿De verdad me dejarías estar con la señorita Barrera?

—¿Pues no habíamos quedado en eso? —Agustín se dejó caer en el sillón, como si nada.

Fabián lo observó un momento antes de soltar la bomba.

—Hoy fui al Club Bahía Privada a transmitirle a Fabiola el mensaje de Roberto. Él quiere que Fabiola te pida el divorcio —dijo, sin rodeos.

La atmósfera se puso todavía más pesada.

—¿Estás resentido porque no te reclamé nada? —aventó Agustín, con el ceño fruncido.

—Cuando Fabiola se alteró, rompió un vaso y dejó un papel con sangre sobre la mesa. Tomé esa muestra y la llevé a Roberto, para una prueba de parentesco. Fabiola... ella es la verdadera hija de la familia Barrera, Karla.

Fabián había pensado en ocultarle la verdad a Agustín y buscar la forma de que él y Fabiola se divorciaran. Pero enfrentarse directamente a Agustín no era algo que creyera poder ganar.

—Así que, Agustín, por favor, divórciate de Fabiola —dijo sin rodeos.

Ya estuvo, él quería casarse con ella.

...

Agustín se quedó en blanco, como si el cerebro se le hubiera apagado.