La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 340

Petra ya tenía abierto el juego y estaba esperando, así que aprovechó para compartirle el número de la sala a Benjamín y le contestó con voz suave.

—Ajá.

Benjamín abrió el juego, se preparó y en cuanto estuvo listo, Petra le dio al botón de iniciar.

Mientras el sistema buscaba compañeros de equipo, Benjamín entró a la información de Petra en el juego y revisó su historial de partidas.

Ahí se mostraba que la última vez que Petra había jugado fue justo la partida anterior que habían jugado juntos.

Eso significaba que hace un momento, Petra no había estado jugando, sino que se quedó todo el tiempo sentada en el sillón, esperando por él.

Benjamín la miró de reojo.

Petra sintió la mirada de él sobre ella, pero no levantó la vista para encontrarse con sus ojos. Se mantuvo completamente concentrada mirando la pantalla de su celular.

La presencia del hombre a su lado se sentía demasiado marcada. Petra no podía evitar distraerse por el aroma fresco que él desprendía, lo que hacía que cometiera errores a cada rato.

A esas alturas, con su nivel, ya debería haber arrasado la partida.

Pero, para su mala suerte, la partida se alargó más de veinte minutos.

El equipo contrario también resultó ser muy terco y no quería rendirse.

A pesar de que al final lograron ganar y las estadísticas de Petra seguían siendo buenas, la cantidad de veces que perdió en esa partida superó por mucho las de cualquier otra que hubiera jugado antes.

Benjamín volvió a mirarla de lado y le preguntó con voz tranquila:

—¿Hoy andas distraída?

Petra negó enseguida, con determinación.

—Nada que ver.

Rápido, le volvió a dar a iniciar partida.

Mientras tanto, Benjamín se acomodó un poco más cerca.

Petra sintió cómo él se había aproximado mucho más, y el corazón empezó a latirle a mil por hora.

La distancia de antes ya la ponía nerviosa, pero ahora que él se había acercado todavía más, su mente se llenó de imágenes que solo deberían aparecer en sueños.

Durante toda la partida, se obligó a mantener la compostura, aunque el corazón le palpitaba tan fuerte que sentía que se le iba a salir del pecho.

Además, cada vez que el personaje de Benjamín perdía en el juego, él se inclinaba para mirar de cerca cómo jugaba Petra.

La cercanía entre los dos se redujo al mínimo; ella podía escuchar con claridad la respiración de Benjamín. Sus manos empezaron a temblar y, aunque normalmente era rapidísima para cambiar de equipamiento, ahora solo podía ver cómo su personaje caía derrotado.