Resumo de 020. ATAQUE EN EL BOSQUE – Uma virada em El Rey Lycan y su Oscura Tentación de GoodNovel
020. ATAQUE EN EL BOSQUE mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de El Rey Lycan y su Oscura Tentación, escrito por GoodNovel. Com traços marcantes da literatura Hombre-lobo, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
VALERIA
— ¿En serio?, me pareció escucharte murmurar algo – se acercó a mí con dudas.
— No, solo pensaba en voz alta, ¿pudiste resolver las cosas con tu novio?
Bajo los escalones y me encuentro con ella, que se ha sentado en el último peldaño y de la nada se ha puesto a llorar.
Entre sollozos me cuenta las dificultades con su pareja y sus padres, ser la hija del Alfa no es fácil.
— No te pongas así, seguro que habrá alguna solución, ¿no tienes ninguna persona que te apoye?, ¿quizás una hermana?
— ¡No!, ¿por qué me preguntas si tengo una hermana? – me pregunta levantando la mirada, como a la defensiva.
— O sea… disculpa, lo siento por ser grosera, todo esto me tiene muy nerviosa y no, no tengo hermana ni nadie más.
Asegura y asiento, aunque la verdad es que ha reaccionado raro a una simple pregunta.
— ¡Ay, no, ya es demasiado tarde, mis padres van a matarme y el Rey debe estar loco buscándote! ¡Vámonos, vámonos enseguida!
Cambia de la angustia al pánico y me toma de la mano para llevarme del regreso al bosque, casi en una carrera.
— Espera, no fue por aquí que vine – le digo medio frenándome y mirando que vamos en la dirección contraria.
— Este es un atajo, yo vine por aquí – responde, pero sin dejar de avanzar a través de los oscuros arbustos.
Tropiezo con varias raíces en el camino, por la poca iluminación y lo rápido que vamos.
Algo no está bien aquí, para empezar, ¿cómo supo ella que yo estaba en el altar a la Diosa?
Las piezas no me encajan y alzo los ojos para ver un cuervo sobrevolándonos por entre las ramas.
Grazna como un chirrido agudo, nada que ver con cuando me guiaba al templo, más bien parecía una advertencia.
— Espera, detente un momento… ¡Espera te dije! – tiré de mi brazo, deteniéndome bruscamente cuando llegamos a un sitio donde los árboles estaban más despejados.
— ¿Ahora qué pasa? – se giró media exasperada.
— ¿A dónde me llevas? No vamos a la manada, ¿cierto? Siento que esto es otra dirección – la miro alerta y a mi alrededor, pensando en escapar de ser necesario.
— ¿Por qué te guiaría a otra dirección? ¡Vamos, no puedo perder tiempo en tonterías!
Va de nuevo a agarrarme, pero doy un paso atrás.
La contradicción y la molestia surgiendo en ella.
He visto ya la traición de frente y es obvio que esta chica me lleva hacia el peligro.
Sin pensarlo dos veces convoco el cambio de mi pequeña loba y comienzo a correr por el bosque oscuro.
Solo la luz de la luna se filtra por entre el follaje y me da algo de claridad, pero, aun así, me encuentro de repente perdida.
Me vi acorralada contra un árbol, bocarriba y ella encima de mi pecho, rugiéndome, con su pata en mi garganta, cortándome el aire.
Odiaba esta forma tan débil de loba, pero era la única en la que me podía convertir.
“¡Ellos no me dijeron que tenías que llegar en una sola pieza!”,
Sus palabras llenas de ira resuenan en mi mente, a la vez que baja las fauces abiertas y va a por mi garganta.
Si me quiere viva, la verdad es que lo está disimulando bastante bien.
Lucho con todo, muevo mi hocico para morderla también.
Saco igual mis caninos, me duele el cuello donde sus garras se hunden, pero en el último instante, con la saliva cayéndome encima, Adele se detuvo y elevó la cabeza hacia el árbol detrás de mí.
Sus ojos cambiaron de rojos enojados a un pánico extremo, podía sentir su pata temblando, todo su cuerpo estremeciéndose de miedo.
¿Qué era eso tan terrible que no veía y la hacía liberarme incluso y comenzar a dar pasos hacia atrás, gruñendo una débil advertencia?
Yo también me comencé a preocupar y más cuando me miró y luego hacia ese sitio detrás de mí, valorando qué hacer, hasta que se alejó corriendo como alma perseguida por un demonio.
Justo eso mismo tenía yo a mi espalda.
Cuando me incorporé y vi la enorme sombra negra de un espectro de la oscuridad, comprendí que había salido de la sartén para caer justo al fuego.
Hoy, parecía que sí sería mi último día.
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