Resumo de 043. NO TIENES EL DERECHO – Uma virada em El Rey Lycan y su Oscura Tentación de GoodNovel
043. NO TIENES EL DERECHO mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de El Rey Lycan y su Oscura Tentación, escrito por GoodNovel. Com traços marcantes da literatura Hombre-lobo, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
VALERIA
Su aura fría y amenazante me rodeaba y aplastaba mi voluntad, caí de rodillas en el frío suelo cuando su sombra se cernió sobre mí.
Había olvidado lo peligroso que era el Rey y quizás, ahora pagaría por mi estupidez.
Lo sentí rebuscando entre el álbum y luego las cajas, quizás cerciorándose de que no hubiese dañado sus recuerdos valiosos.
Se acercó a mí de repente y bajé mucho más la cabeza, mordiéndome el labio inferior para evitar que mis dientes castañearan.
Agarró mi barbilla con fuerza y me hizo levantar la mirada para ver por encima de mí, sus ojos casi rojos como su bestia, llenos de ira e intenciones asesinas.
— Nunca jamás en tu vida se te ocurra volver a revisar mis cosas privadas, ¡no te pases de la confianza que te he dado, Valeria! ¡Este lugar está prohibido para ti, no tienes el derecho de tocarlos! ¡¿Te quedó claro?!
— Sssí, sí… sí, señor – le respondí tartamudeando, sintiendo la presión en mi barbilla y como si una mano invisible apretara mi cuello.
— ¡Márchate! – me soltó bruscamente y me levanté tropezando nerviosa para salir de la asfixiante habitación y comenzar a correr por los pasillos rumbo a mi pequeño sitio seguro.
Llegué a mi cuarto y cerré la puerta de golpe pasando el seguro con las manos temblorosas.
Caminé hacia el baño y abrí el grifo para echarme agua fría en el rostro.
Subí mi mirada asustada hacia el viejo espejo en la pared y vi como las lágrimas caían de mis ojos azules, una a una, hasta que se convirtieron en un sollozo ahogado.
Mis manos fueron a mis mejillas mojadas, hundiendo mis dedos profundamente en la piel herida de mis deformadas mejillas.
Tan fea, tan horrible, tan rota.
¿Qué hombre se enamoraría así de mí y se plantearía tener una familia con una mujer llena de cicatrices por fuera y por dentro?
¿Cómo pude ser tan ilusa de confundir las cosas, en qué momento comencé a involucrar mis sentimientos?
Eso tenía que parar, tenía que volver a la Valeria original.
Me apoyé en el lavabo blanco, respirando profundo, con los ojos cerrados, intentando calmarme.
— Yo… me falta aún tender las ropas – le respondí mirando hacia el agua.
— Eso lo puedes hacer mañana, o lo puede hacer otra doncella.
— No, por favor, lo necesito hacer yo – le respondí testaruda y al cabo de unos segundos escuché su suspiro derrotado.
— Está bien, haz lo que desees – me dice y escucho como se marcha.
Levanto la mirada y la observo alejarse, con ese andar firme que siempre tiene, a veces la envidio, quisiera ser de acero como ella.
Nada parece afectar a la Gobernanta.
— Valeria – de repente se detiene y se voltea hacia mí – las reglas que te di desde el inicio, nunca las olvides, pequeña doncella, eran para proteger tu cuello de la muerte, pero también, tu corazón.
Me dice de la manera más suave que me ha hablado nunca, sus ojos no tan serios e intimidantes como siempre, sentimientos complejos se mueven en su interior.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: El Rey Lycan y su Oscura Tentación