Resumo do capítulo 070. SOSPECHAS de El Rey Lycan y su Oscura Tentación
Neste capítulo de destaque do romance Hombre-lobo El Rey Lycan y su Oscura Tentación, GoodNovel apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
ALDRIC
Miro dentro de los ojos en pánico de esta Alfa.
Nunca me ha gustado particularmente, pero su hermano es un miembro valioso de los Guardianes y ahora, el único que puede leer esos Altares.
— ¿Por qué te llevabas a Valeria como si estuvieses escapando? Sé que escuchaste muy bien el rugido de mi lycan ¿por qué carajos no esperaste por mí y la pusiste de nuevo en peligro?
Aprieto más mi mano con ira al recordar como llegué a ese desagüe para verlas siendo arrastradas por la corriente, no lo pensé ni un segundo en saltar detrás de mi hembra.
— Se… Señor… yo… estaba herida de la pelea, tenía… tenía miedo de que salieran más enemigos de esos agujeros oscuros…en la pared… que nos asesinaran antes de que usted llegara… actué por impulso, me arrojé nerviosa sin pensarlo…
Me responde en un tartamudeo y me inclino más de cerca, observando en el interior de sus ojos erráticos llenos de pánico.
Cuando llegué vi muy bien la sombra de un hombre escapando de mí por ese agujero de la pared que dice, así que tiene algo de lógica.
“Apesta a energía oscura” me dice mi lobo entre dientes.
Con él despierto, mis sentidos se agudizan y cosas que antes no olía bien, ahora son más evidente.
Bajo la mirada y examino la fea herida en su estómago, contaminada con magia oscura, parece que fue hecha con algún arma hechizada, lo cual también puede explicar que tenga ese olor raro.
— ¿Qué les sucedió a los cuerpos? ¿Cómo llegaron a descubrir el Altar e involucrar a Valeria? ¿Qué hacías con ella en ese sitio? – se queda por unos segundos en silencio y cada vez me convenzo más de que algo me oculta.
— ¡Dime de una puta vez Celine, no me hagas obligarte con mi comando!
— Los cuerpos… yo… el niño estaba hechizado y engañó a su doncella, yo…
— Ya basta… Aldric… — escuché de repente la débil voz de Valeria capturando por completo mi atención.
Me giré enseguida para verla intentando levantarse del suelo, solté a Celine y fui a apoyarla.
— Tranquila nena, tranquila, no te esfuerces, ¿duele en algún sitio? – la cargo y la pego a mi pecho desnudo, se siente tan fría y frágil entre mis brazos que se me estruja el corazón.
— Ella me ayudó… déjala en paz, no hizo nada malo, fueron esos maldit0s vampiros, ellos… utilizaron al cachorro, lo hechizaron y murió… — me dice con voz quebrada, bajando sus ojos azules empañados.
— Ya, está bien, está bien, no hables de eso, no recuerdes, no recuerdes ese mal momento, tranquila pequeña, Valeria no te puedes poner así, no llores nena, no llores… — se ha puesto a sollozar bajo, mojando mi piel y aferrándose a mi cuerpo.
Sé que le tomó cariño a ese cachorro, él parece ser la pieza clave aquí, fue el único cadáver que quedó intacto.
Escucho un rugido y miro hacia el bosque para ver aparecer la forma de lycan de Quinn.
Su pelaje es marrón oscuro, mucho más pequeño que mi bestia, pero igual poderoso.
Se transforma y se acerca a su hermana recostada contra el árbol.
— ¿¡Celine, estás bien!? – la examina y ella asiente con la cabeza baja – Señor, ¿la Señorita Valeria está bien?
— Está bien y ¡ponte algo de maldit4 ropa, que ya con uno que ande con la polla al aire basta y sobra! – le digo entre dientes hundiendo más la cabeza de mi hembra contra mi pecho y girándome de espaldas a Quinn.
Lo escucho rebuscar entre la maleza, mientras beso el cabello mojado de Valeria que tirita entre mis brazos, debo llevarla rápido de vuelta para que no se enferme.
— Quinn, me llevaré a Valeria de regreso, cura a Celine y que descanse, necesito que examines a fondo el sótano, no sé por qué rayos hay dos Altares y me preocupan esos portales que nunca había visto – le ordeno con miles de cosas por organizar.
Está temblando, no sé si de dolor por esa fea herida o de miedo por Aldric.
— ¿Qué es eso de que los cuerpos desaparecieron? ¿Por qué el aura del Rey se siente más fuerte? – se aferra a mí cuando termina de tomar mi sangre recuperando algo de color y sanando.
Le había dicho de los cadáveres desaparecidos a través de nuestro vínculo privado como hermanos.
Le explico lo que vi en el sótano cuando pasé corriendo apurado y eché un rápido vistazo.
— Y parece que el lobo interior de su majestad regresó, por eso está aún más fuerte si es posible – le digo frunciendo el ceño y ayudándola a levantarse.
Claro que regresó y me retó, dejándole bien claro a mi lobo interior que Valeria es suya.
Como si ya el olor a sexo salvaje y las “evidencias” dejadas a propósito en aquel Altar, no fuesen una fuerte bofetada a mi cara.
También la marcó, parece temporal, pero igual el cuerpo de Valeria emite una cruda advertencia para cualquier macho que intente acercársele.
— Creo que el enemigo eliminó los cuerpos para tapar a la verdadera asesina, Aldric sabría enseguida que no los maté yo, podría sospechar de Valeria. Alguien sobrevivió y sabe su secreto, la importancia que ella tiene, ¡maldici0n! – ruge de repente mirándome con ojos nerviosos.
— Tengo mucho que contarte, sé lo que dice el Altar y también el misterio de la doncella del Rey. Quinn, debemos protegerla, ella es diferente, quizás me ayude en mi problema.
— Su majestad está enamorado de Valeria, ¿pero hasta cuándo le durará el capricho? ¿Y si la descubre? Ella está en peligro a su lado…
— Espera, espera Celine, no entiendo nada, habla más despacio…
— ¡Ay, no! – exclama de repente llevándose la mano a la boca— ¡Metí la reliquia de plata dentro de los bolsillos del vestido de Valeria!
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