El Rey Lycan y su Oscura Tentación romance Capítulo 77

VALERIA

Estoy procesando sus palabras cuando me da un cálido beso en el morro.

— Vamos, ya se acercan los demás, le daré la bandera de la victoria a Quinn para que se conforme con eso, quizás se masturbe con ella patéticamente mientras yo me cojo a su capitana – agrega entre dientes y pongo los ojos en blanco.

Hombre bruto y celoso.

— Por cierto, nena, nos encanta tu lobita. Me convertiré la próxima vez en Azarot y vendremos a una correría privada, pequeña Omega hermosa.

Acaricia mi cuerpo mientras me habla bajo y me recuesto a su pecho sintiéndome bien feliz de haber ganado y ser mimada.

Creí que todo seguiría saliendo según mis planes, pero nada de eso.

Ese mezquino Rey había decidido desquitarse más tarde.

*****

Regresamos al castillo con Dave haciendo un berrinche por haber perdido y yo en los brazos todavía de Aldric que no quiso soltar mi forma de loba.

Pero al fin me liberé de sus garras y escapé a mi habitación a darme un baño “a fondo” y ponerme un vestido sencillo, pero miré la braga en mi mano sintiéndome atrevida.

Al final salí a la cocina dejando la ropa interior en el baño del cuarto, era un poco incómodo, pero ya quería verle la cara a ese lobo pervertido.

Caminé hacia la cocina como todos los días para prepararle la bandeja de cena a su majestad.

Entré a la enorme instancia llena de doncellas, cada una en su trabajo.

El cuchicheo se terminó cuando yo aparecí y se pusieron más en lo suyo, nerviosas, como si yo fuese la Gobernanta que venía a vigilarlas.

Me imagino que ya el chisme habrá corrido por los pasillos del castillo.

No dije nada, seguí en mis cosas discretamente y pronto comenzaron de nuevo a hablar en susurros.

— … oye, ¿para qué nos habrá sacado a todas la Gobernanta hace un momento?

— … no sé, fue tan raro, ¿será para hacer una inspección sorpresa?…

Estaban inquietas, hablando de ese asunto, pero no le presté más atención.

Dos dedos se cuelan en mi boca y los chupo entre mis labios como muero por hacer con su polla.

Gimo amortiguado, cerrando los ojos, disfrutando el placer de la masturbación rápida a ese punto lleno de sensibilidad y su dedo del medio de repente se resbala hacia el interior de mi mojada vagina.

— Aaaahh… — me llevo la mano a la boca, congelándome entre el susto y el deseo, porque ha retirado de golpe la mordaza de mis labios y he gemido como una zorra con la cola pisada.

Su pecho retumba detrás de mí con su risa de pillo.

— ¿Será que te habrán escuchado las doncellas allá afuera? Dirán que eres una mujer muy consagrada, dándole placer al Rey donde sea y como sea…

— Estás loco, me voy… — intento zafarme con fuerza, pero soy girada en sus brazos y besada profunda y apasionadamente contra la pared.

“Estoy loco por tí mi hembra, completamente demente de tanto que te deseo, Valeria” me susurra en la mente, respirando pesado.

Me lleva a hacer otra de las locuras más placenteras y bochornosas de mi vida.

Ya sé por qué la mariposa Aurum no ha aparecido más… descubrió que yo soy más pervertida que ella y se avergonzó.