ALDRIC
“¡Te dije que se iba a enojar con nosotros, maldici0n contigo, muchos huevos para enfrentar a esos chupasangres y no para aceptar a nuestra mate!”, mi lobo, como siempre, echándome todo en cara.
— Aldric ¿qué pasaría si mi loba interior no sale nunca, si yo… yo soy algo más raro? – escucho de repente un murmullo salir de entre sus labios.
— ¿Raro? No, no, no eres nada raro, no te preocupes Vale, apresaré a uno de sus malditos brujos en cuanto crucen la frontera y lo obligaré si es necesario a quitarte esa mierd4 de maldici0n que te hicieron de niña.
— Tu loba saldrá y nos reconocerá, podemos hacer el juramento de nuestra raza y marcarte para siempre como mía – le aseguro.
— ¿Por qué? Aldric, nunca te has puesto a pensar que quizás tu odio desmedido no te está dejando ver más allá de tu nariz, creo que estás condenando a todos los del Reino oscuro solo por tus rencores, ¿y si hay un buen hechicero que me quiera ayudar porque sí, porque es bueno?
Me dice de repente con los ojos rojos y hasta algo enojada.
Entiendo que Valeria es una mujer compasiva, pero con lo que le ha pasado incluso a ella misma, pensé que no sería ya tan inocente.
— Valeria no sabes nada del Reino Oscuro, ¿buen brujo? Je, eso no existe, todos esos malditos hechiceros, lo único que crean son porquerías llenas de maldiciones y engaños.
— ¿Acaso no fue suficiente con la maldición que te lanzaron de niña, solo por maldad, o lo que le hicieron al pequeño Edward de llevarlo hasta la muerte solo para lograr lo que querían?
— La muerte de mi familia, de tus padres, todos los asesinatos injustos que has visto hasta ahora y de los que ni siquiera tienes ideas.
— ¡Pero quizás eso únicamente lo hace un pequeño grupo, no quiere decir que todo el Reino Oscuro sea malo! ¡Aldric, te estás dejando llevar por tu ira, estás siendo injusto, tu misma gente te tiene terror, muchas veces no reportan lo del Reino Oscuro por miedo a que los involucres, no mides inocentes de culpables en cuanto escuchas las palabras Reino Oscuro…!
— ¡Injusto! – doy un paso atrás con incredulidad cuando la oigo acusándome sin saber
— ¡Injusto fue lo que me encontré en las fronteras del Reino, masacraron a una manada completa, niños, bebés, ancianos, todos desmembrados, mujeres violadas y muertas, los guerreros sin cabeza! ¡¿Crees que los odio sin razón?!
— ¡Ahí está la mejor prueba de lo que pueden hacer esos hijos de puta del Reino Oscuro! – le señalo con rabia hacia mis recuerdos.
— ¡Mientras respire, cada vez que tenga a una de esas infames criaturas en mis manos, lo único que haré será estrangularla hasta la muerte porque se lo debo a mis hijos!, ¡¿entiendes?! ¡Porque ellos sí eran inocentes!
— ¡Son esas asquerosas criaturas o nosotros, esta es una guerra constante Valeria y pronto se pondrá peor porque pienso tomar acciones extremas!
— ¡Mi amor necesito que estés siempre de mi lado y con tus ideas bien claras, la compasión solo hará que te asesinen si tienen la menor oportunidad!
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