El Rey Lycan y su Oscura Tentación romance Capítulo 99

VALERIA

Pensé en la posibilidad de que me quitaría esa pesada cadena del tobillo, parecía estar encantada y era la que me drenaba toda la energía.

No tuve suerte, él no me liberó, sin embargo, nuestros pasos nos llevaron hacia las puertas de cristal dobles que daban a un pequeño balcón.

Mis ojos asombrados miraron a la noche, parecía estar en las alturas, en un castillo antiguo, sobre una montaña rodeada de nieve y un lago congelado.

A los lejos se veían las murallas oscuras y todo el ambiente era frío y lleno de una niebla oscura que cubría el cielo.

— Ya que estás observando todo, ¿por qué no le das un vistazo a nuestros invitados en la plaza? – me dice al oído, su mano controlando mi cabeza, mi cabello negro ondeando con el fuerte viento de las alturas, al igual que el fino camisón que no me protegía de las bajas temperaturas.

— No, no, - solo pude articular cuando vi mucho más abajo en una amplia plaza de piedra rodeada de las murallas, a Celine, amordazada y atada con las manos hacia arriba, casi colgando de unas fuertes vigas de hierro, sobre un escenario de madera.

Alrededor de ella, había varios hombres jugando a los dados en una mesita, silbándole, diciéndole palabrotas y hablándole lascivamente.

— ¿Sabes, una hibrida fuerte y resistente no es fácil de encontrar hoy en día? – su aliento cae en mi oído con palabras viciosas – Los soldados vampiros tienen mucho apetito y a veces se aburren por las largas horas de guardias ¿Qué te parece si presenciamos un pequeño espectáculo?

— ¡No! ¡¿Qué vas a hacerle?! ¡¡CELI…!! – pero su mano amordaza con fuerza mi boca, mis ojos son obligados a ver lo que no quiero y mis gritos se quedan amortiguados.

Intento resistir, liberarme, pero vuelvo a sentirme indefensa, como aquella vez en ese peñasco. Este es un ser, al que todavía no soy capaz de vencer.

Él ya ha dado su orden y los desgraciados de sus hombres ya se pusieron de pie. Dos de ellos suben hacia el escenario mientras los otros silban desde abajo sentados en la mesa.

Celine se retuerce intentando escapar de sus asquerosas manos sobre su cuerpo, les gruñe a través de la tela, parece que tampoco puede transformarse en su loba.

Las manos de esos hombres manosean sus senos por encima de la blusa y las del otro se meten entre sus piernas por encima del pantalón, le lamen el cuello y la provocan con palabras sucias.

Sé que esto solo va a ir a peor, me pongo todo lo violenta que puedo, pero el Rey Vampiro me sostiene por detrás, enredando su brazo como un grillete por mi cintura, aproximándome a su cuerpo y tapando mi boca con la otra.

Los tipos comienzan a tirar de los botones del pantalón a pesar de las patadas y resistencia de Celine, la golpean en el rostro y le exigen obediencia, entonces oigo un rugido que no había escuchado antes.

Mis ojos llenos de lágrimas y aterrorizados se mueven hacia una esquina de la plaza, miro hacia las profundidades del suelo, a través de unas viejas y oxidadas rejas donde un lycan marrón ruge lleno de ira, atado a unos soportes de hierro, de pie y con la espalda llena de latigazos que le han hecho esos hombres que lo golpean.

Sin embargo, Quinn no ha parado de intentar liberarse para llegar a su hermana y salvarla.

“Ya basta” digo en mi cabeza, ni siquiera soy capaz de sentir la conexión con ellos, pero es a otra persona que le hablo “¡YA BASTA TE DIJE QUE PARARAS DE UNA MALDIT4 VEZ!”