La Genio Anónima: Mi Esposo Firmó el Divorcio Sin Saber Quién Soy romance Capítulo 180

Alejandro se recostó en la silla.

El cuero frío se sintió como un abrazo helado. La pantalla de la computadora seguía brillando, iluminando su rostro pálido y sudoroso.

La sala de datos, antes fría e impersonal, ahora se sentía sofocante. Las paredes de hormigón parecían encogerse, el zumbido de los servidores era el sonido de un millón de voces acusadoras.

Cerró los ojos.

Pero la oscuridad no le trajo alivio. Solo imágenes.

La vio a ella, en el simposio. Tranquila y serena bajo el foco de luz, mientras el mundo descubría la verdad que él había ignorado. No había triunfo en sus ojos. Solo una calma infinita.

La vio en la partida de Go. Sus dedos moviéndose con una gracia sin esfuerzo, su mente bailando en un plano de estrategia que él apenas podía vislumbrar. La vio levantarse y rechazar su petición de otra partida, no con ira, sino con la simple indiferencia de quien ha terminado un juego.

La vio en el estacionamiento de la escuela, su sonrisa cansada mientras él le entregaba su bolso.

Su indiferencia.

Su calma.

Su distancia.

Entendió.

Por fin, con una claridad que era agonía pura, entendió todo.

No la había perdido por Valeria. La traición con Valeria había sido solo el golpe de gracia, la bala final en un cuerpo que ya estaba muerto.

La había perdido mucho antes.

La había perdido el día en que le dijo que su genio era un "hobby".