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La Genio Anónima: Mi Esposo Firmó el Divorcio Sin Saber Quién Soy romance Capítulo 106

Después de que Isa se durmiera, un cansancio profundo se apoderó de Camila.

La promesa de quedarse la había anclado de nuevo en la mansión, un lugar que cada vez sentía más ajeno.

Necesitaba un cepillo de dientes y algo de ropa cómoda para dormir. Sus cosas de emergencia siempre estaban en el baño del dormitorio principal.

Subió las escaleras en silencio. El pasillo estaba en penumbra, solo iluminado por una lámpara de pared.

Empujó la puerta de la que había sido su habitación durante siete años.

Y se quedó helada en el umbral.

La habitación era irreconocible.

Las paredes, antes de un suave color marfil, ahora estaban pintadas de un gris perla, frío y masculino. Los muebles de caoba que ella había elegido habían sido reemplazados por piezas de diseño minimalista en acero y cristal negro.

Sus cuadros, sus libros, las fotografías de Isa en las mesitas de noche... todo había desaparecido.

No quedaba ni un solo rastro de ella. Ni una sola huella de su existencia.

Era una habitación de hotel de lujo. Impersonal. Un espacio preparado para un nuevo ocupante.

Caminó como en un sueño hasta el enorme vestidor. Su lado del armario, donde solía estar su ropa, estaba completamente vacío. Solo quedaban las hileras de trajes de Alejandro, perfectamente ordenados.

Una voz suave la sobresaltó.

—¿Señora?

La señora Elena estaba de pie en la puerta, con una expresión de compasión en el rostro.

—¿Qué... qué es esto? —preguntó Camila, su voz apenas un susurro.

La señora Elena bajó la mirada.

—El señor Alcázar dio la orden a principios de mes, señora. El mismo día que usted... que usted se fue.

El mismo día que ella había firmado el acuerdo de divorcio.

—Dijo que quería renovar la suite.

La frialdad del acto era de una crueldad calculada. No era solo una renovación. Era un borrado. Una aniquilación.

—Sus pertenencias... las que quedaban aquí... el señor ordenó que las empacaran —continuó la señora Elena en voz baja—. Están en la habitación de invitados del tercer piso.

Capítulo 106 1

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