La Genio Anónima: Mi Esposo Firmó el Divorcio Sin Saber Quién Soy romance Capítulo 186

Desesperada por recuperar el terreno perdido, Valeria intentó una ofensiva directa.

Una enorme caja de regalo, envuelta en papel rosa brillante y atada con un lazo de satén, llegó a la mansión Alcázar.

Estaba dirigida a Isa.

La señora Elena se la entregó a la niña en la sala de estar.

—Es de parte de la señorita Campos, mi niña.

Isa miró la caja, su rostro inexpresivo. Con una lentitud deliberada, deshizo el lazo y levantó la tapa.

Dentro, sobre un lecho de seda, había una muñeca de edición limitada. Una princesa de un cuento de hadas popular, con un vestido de baile incrustado de pequeños cristales y cabello dorado que caía en cascada.

Era el juguete más caro y codiciado de la temporada. Un regalo que cualquier otra niña de su edad habría recibido con gritos de alegría.

Isa la miró durante un largo momento.

Luego, con un gesto tranquilo, volvió a poner la tapa en la caja.

Se levantó y se la entregó a la señora Elena.

—Dáselo a los niños pobres.

La señora Elena parpadeó, confundida.

—Pero, mi niña, es un regalo muy bonito...

—No quiero nada de ella —dijo Isa, su voz era tan fría y final como la de su madre.

Se dio la vuelta y volvió a sus propios juguetes, dejando a la ama de llaves con la costosa muñeca en las manos.

Más tarde esa tarde, Valeria, que no había recibido la llamada de agradecimiento que esperaba, decidió tomar la iniciativa.

Llamó a la tableta de Isa.

Alejandro estaba en la biblioteca con su hija, ayudándola con un rompecabezas. Vio el nombre "Vale" aparecer en la pantalla.

—Contéstale, cariño —le dijo con suavidad—. Seguro que quiere saludarte.

Isa miró la pantalla.

El rostro sonriente de Valeria apareció, enmarcado por su perfecto cabello.

—¡Isa, mi amor! ¿Cómo estás, pequeña?