El salón del Hotel St. Regis estaba abarrotado.
Axon AI había convocado a la prensa, a inversores y a toda la industria tecnológica para la presentación oficial de su nueva plataforma de software, "Nexus".
La expectación era máxima.
David Romero dio el discurso de apertura, pero todos sabían que él era el rostro de los negocios. La verdadera estrella era la mente detrás de la tecnología.
—Y ahora, para explicar los detalles técnicos de Nexus, quiero presentarles a la jefa de arquitectura de software y cofundadora de Axon AI, Camila Elizalde.
Un murmullo de sorpresa recorrió la sala mientras Camila subía al escenario. Se veía serena y profesional con un sencillo vestido azul marino.
En la audiencia, Rodrigo Ibáñez resopló, codeando a su amigo, Javier de la Torre.
—¿Ella? ¿La jefa de arquitectura? Por favor. Romero debe estar loco de amor para darle ese título.
—Pues se ve muy tranquila —comentó Javier.
—Es un guion —dijo Rodrigo con desdén—. Le habrán escrito cada palabra. Solo es una cara bonita para la presentación.
Pero cuando Camila empezó a hablar, su voz, clara y segura, silenció a los escépticos.
No usaba teleprompter. No leía notas.
Hablaba con la fluidez y la pasión de alguien que no solo entendía su creación, sino que la había vivido.
—...Nexus no es simplemente un sistema operativo. Es un ecosistema neuronal adaptativo. Aprende, anticipa y evoluciona en tiempo real.
Las diapositivas detrás de ella mostraban complejas líneas de código y diagramas de flujo de datos.
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