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La Genio Anónima: Mi Esposo Firmó el Divorcio Sin Saber Quién Soy romance Capítulo 172

Armando Alcázar se levantó.

No le dirigió la palabra a Valeria. Su mirada estaba clavada en su hijo.

—Siéntate —dijo, su voz era tranquila, pero tenía el peso de un imperio.

Alejandro obedeció. Valeria se quedó de pie, temblando, junto a la puerta.

—En las tres horas que han pasado desde el final de ese... espectáculo —comenzó Armando, eligiendo cada palabra con una precisión letal—, las acciones del Consorcio Alcázar han caído un quince por ciento.

Hizo una pausa, dejando que la cifra resonara en la habitación.

—Los fondos de inversión de Singapur y Dubái están amenazando con retirar sus carteras. Hablamos de miles de millones de dólares.

Caminó lentamente por la habitación, sus manos entrelazadas a la espalda.

—Pero el dinero, Alejandro, es lo de menos. El dinero se recupera.

Se detuvo frente a su hijo.

—Has convertido el apellido Alcázar en sinónimo de fraude. Lo has arrastrado por el lodo de los tabloides. Esto no es un error de negocios. Es una herida mortal a nuestra reputación. Una herida que tardará una generación en sanar.

El silencio que siguió fue absoluto.

Doña Elvira, que no había dicho una palabra, finalmente se giró. Su mirada no se posó en su nieto, sino en la joven que temblaba junto a la puerta.

Valeria, sintiendo la necesidad de defenderse, dio un paso al frente.

—Señora, señor... Yo no sabía... Fui engañada...

—Silencio, niña.

La voz de Doña Elvira no fue alta, pero cortó el aire con la autoridad de un siglo de poder.

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