La Genio Anónima: Mi Esposo Firmó el Divorcio Sin Saber Quién Soy romance Capítulo 189

La mansión Alcázar era una tumba de lujo.

Alejandro no podía dormir. Daba vueltas por los pasillos silenciosos, un fantasma en su propio palacio. El eco de sus pasos sobre el mármol era el único sonido que rompía el silencio opresivo.

La casa se sentía vacía. Fría.

Sin Camila, sin la risa de Isa, era solo una colección de habitaciones caras y recuerdos dolorosos.

Un impulso lo llevó al segundo piso, al ala donde dormía su hija.

Abrió la puerta de la habitación de Isa con un cuidado infinito.

La luz de la luna se filtraba por la ventana, bañando la habitación en una luz plateada. La niña no estaba. La cama estaba perfectamente tendida. Por supuesto. Se había quedado con Camila.

Se sentó en el borde de la pequeña cama, el aroma a lavanda y a la inocencia de su hija lo envolvió.

En su mesita de noche, vio la tableta.

La pantalla estaba oscura, pero sabía que dentro de ella había un mundo de conversaciones, un universo de secretos al que él no tenía acceso.

Con una mezcla de culpa y una necesidad desesperada por conectar, la encendió.

La pantalla de inicio era un dibujo de un unicornio. Vio el historial de videollamadas.

La lista era larga.

Mami - Ayer, 9:15 PM

Mami - Hace dos días, 8:30 PM

Mami - Hace tres días, 9:02 PM

Docenas de llamadas. Todas las noches.

Isa había estado llamando a Camila, manteniendo su conexión viva en la clandestinidad de su habitación.

Sintió una punzada de dolor tan aguda que casi le cortó la respiración. Era una mezcla de celos y una profunda tristeza. Su hija tenía un mundo secreto con su madre, un mundo del que él había sido excluido.